Tuesday, May 02, 2006

BOLIVIA APROVECHA EL AUGE DE LOS PRECIOS DE LA ENERGÍA Y NACIONALIZA LOS HIDROCARBUROS

BOLIVIA APROVECHA EL AUGE DE LOS PRECIOS DE LA ENERGÍA Y NACIONALIZA LOS HIDROCARBUROS

The Wall Street Journal de Estados Unidos (www.online.wsj.com/public)

Envalentonado por las políticas del presidente venezolano Hugo Chávez, Bolivia nacionalizó ayer su industria de gas natural, ordenando a las empresas extranjeras a entregar el control de los campos de gas y a aceptar condiciones mucho más duras para sus operaciones o, de lo contrario, abandonar el país en un plazo de seis meses.
En un signo dramático de cómo los altos precios del crudo han revivido el nacionalismo petrolero desde Caracas a Moscú, el presidente boliviano Evo Morales anunció la nacionalización de San Alberto, el mayor campo gasífero del país, para después ordenar al ejército tomar el control del resto de los campos bolivianos.
"Pues llegamos acá en este día histórico, un día importante para cumplir con el sentimiento del pueblo boliviano que es la nacionalización de los recursos naturales y los hidrocarburos. A partir de esta fecha quedan nacionalizados todos los hidrocarburos en el territorio nacional", anunció el mandatario. Una parte de su arrollador triunfo electoral de diciembre se debió a la promesa de nacionalizar la industria del gas. Ese sector es visto por muchos pobres de este país como un boleto hacia la prosperidad nacional.
La embestida de Morales es similar a las políticas que Chávez ha llevado a cabo en contra de las grandes petroleras en Venezuela. Aprovechando los altos precios del crudo, el mandatario ha reescrito las reglas de la industria del petróleo en ese país. Chávez, que es un admirador de Morales, ha forzado a las compañías a aceptar una participación minoritaria en campos que previamente poseían. Además, les ha aumentado las regalías e impuestos, llenando así las arcas fiscales de Venezuela.
Pero a diferencia de Venezuela, que es el quinto exportador de crudo del mundo, en Bolivia hay mucho menos en juego. El país andino tiene las segundas reservas de gas en Sudamérica, pero no figura entre los 20 depósitos de gas más grandes del mundo.
De todos modos, se trata de un giro radical para las empresas que operan en Bolivia. Las dos mayores son la estatal brasileña Petrobras y la española Repsol-YPF SA. La británica BP y la francesa Total SA tienen inversiones menores. Ninguna de estas empresas hizo una declaración pública respecto de la medida boliviana.
La nacionalización boliviana no es como las nacionalizaciones que se han visto en décadas pasadas en América Latina. Bolivia quiere que las empresas privadas se queden en el país para ayudarle a Bolivia a operar el sector, sólo que bajo condiciones mucho más estrictas.
La ley boliviana siempre ha proclamado que el Estado tiene propiedad sobre los recursos naturales. Pero el país siempre permitió que las compañías privadas y extranjeras posean recursos, operen campos y obtengan la rentabilidad de acuerdo a sus propias capacidades. El año pasado, Bolivia aumentó los impuestos y las regalías, logrando elevar la participación del Estado a un 50% de la producción. Sin embargo, las medidas de ayer van más allá, declarando que el Estado posee el gas luego que éste ha sido extraído, además del que está en tierra. La ley promulgada ayer también indica que las compañías en los dos campos más grandes del país obtendrían apenas un 18% de la producción.
Desde que abrió su sector energético en 1996, Bolivia ha atraído unos US$3.500 millones en inversiones. Pero la inversión ha caído en picada desde que comenzó el caos político y la incertidumbre sobre el futuro de la industria. A principios de año, Repsol recortó los cálculos sobre sus reservas de gas en Bolivia, en parte debido a que impuestos más altos hicieron que algunos campos perdieran rentabilidad. La compañía también congeló unos US$476 millones en inversiones que ya tenía previstas.
Aunque Bolivia ha sido históricamente rica en minerales, el país sigue siendo el más pobre de Sudamérica. Muchos creen que Bolivia —que en el siglo XVI fue sede de las minas de plata más rentables del mundo— ha sido sistemáticamente saqueada, primero por los colonizadores españoles, y luego por las multinacionales extranjeras.
En años recientes, el tema de qué hacer con las riquezas de gas natural de Bolivia ha sido uno de los asuntos más discutibles de las turbulencias políticas del país.
En 2003, un consorcio de compañías extranjeras, liderado por Repsol planeaba invertir unos US$6.000 millones para transportar gas natural a Chile. Ahí una planta lo licuaría y buques cisternas luego transportarían el gas a México y Estados Unidos. Pero el proyecto fue anulado luego de que Morales y otros líderes radicales encabezaran a miles de bolivianos pobres hasta la La Paz para protestar y denunciar el plan como un intento foráneo para explotar a los trabajadores bolivianos.
Los manifestantes sostenían que el gas debía permanecer en Bolivia y abastecer a los hogares y granjas. Se opusieron a cualquier proyecto que incluyera a Chile, un país ampliamente rechazado en Bolivia por haberles quitado su acceso al mar en una guerra del siglo XIX.
En las protestas encabezadas por Morales, tropas del ejército mataron a decenas de manifestantes y la violencia obligó al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada a renunciar.




EDITORIAL

LOS PASOS DE EVO

El País de España (www.elpais.es)

No por largamente barruntado, el control absoluto de los hidrocarburos decretado ayer por Evo Morales resulta menos preocupante. Aun comprendiendo que Bolivia quiera ser el primer beneficiario de sus recursos naturales, especialmente del gas, igualmente necesita de la inversión extranjera para su explotación. Con esta nacionalización, cuyos detalles habrá que estudiar con mayor detenimiento a medida que se vayan desarrollando y aplicando, Bolivia pone en juego la credibilidad de sus garantías jurídicas.
El de la inversión extranjera no puede ser un juego de suma cero en que lo que uno gana -en este caso, el Estado- lo pierde otro -las empresas-, sino que todos deben resultar beneficiarios. De ahí la importancia de ver qué ocurre en el plazo de seis meses que, en su decreto, el presidente otorga a las empresas para adaptarse a la nueva normativa, tras la entrega inmediata de toda su producción a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Y no parece correcto en ningún caso mandar a los militares a tomar de inmediato el control de los campos de extracción de los hidrocarburos.
Evo Morales ha dado este paso a la vuelta de La Habana, donde ha constituido con Fidel Castro y Hugo Chávez el Tratado de Comercio de los Pueblos. A Cuba le sobran titulados, en especial, en quehaceres relativos a la salud y a la enseñanza públicas; a Bolivia le falta de todo, y Venezuela tiene el dinero del petróleo caro para sufragar esa triangulación. Al mismo tiempo, la Bolivia del presidente indigenista se ha incorporado a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), que Castro y Chávez crearon en diciembre de 2004, aunque no se sabe si es alternativa a nada y, desde luego, poco contribuye a la estabilidad del espacio latinoamericano. Evo Morales, que preside un país democrático, se une así a un dirigente reelegido en las urnas como Chávez, pero dado al modo autoritario, y a un anciano dictador, el más antiguo de todos, que nada tiene ya que decirle al mundo. No son las mejores compañías para Morales.
Pero en estos momentos, los ejes en América Latina son cambiantes. El Mercosur está en crisis, el líder venezolano le está intentando dar la puntilla a la Comunidad Andina de Naciones, y varios países se suman a acuerdos bilaterales con Estados Unidos. Pese a todos lo favores que le debe a Chávez y a Castro, que apostaron por él en la campaña electoral, Evo Morales no debería echarse en sus manos, ni alejar la inversión extranjera con medidas que, si no se cuidan, no están adaptadas ni al mundo de hoy ni a las necesidades de un país de economía tan desesperadamente precaria como Bolivia.




EVO MORALES DECRETA

La Vanguardia de España (www.lavanguardia.es)

Golpe económico de Evo Morales. El presidente boliviano firmó ayer por sorpresa un decreto por el que nacionaliza y otorga al Estado el "control absoluto" de todos los hidrocarburos. Acto seguido, el Ejército tomó el control de los campos petrolíferos. Las empresas extranjeras que operan en Bolivia deberán entregar toda su producción a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y regularizar en menos de 180 días sus actuales contratos. "Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por empresas extranjeras", dijo Morales tras leer el decreto en una población del sureño departamento de Tarija. La medida afecta a una veintena larga de compañías extranjeras, en particular a la española Repsol, la francesa Total y la brasileña Petrobras. Bolivia posee las segundas reservas de gas de Latinoamérica, sólo inferiores a las de Venezuela.
La decisión de Evo Morales -el primer presidente indio de Bolivia- se interpreta como una huida hacia delante para frenar la oleada de demandas sociales tras sus cien días en el poder. En espera de conocer el alcance de la medida, la vía nacionalizadora emprendida ahora confirma que Morales ha optado por seguir el camino populista y radical del venezolano Hugo Chávez, de quien se declara seguidor, frente al modelo de izquierda más moderada del brasileño Lula da Silva, que ha sabido respetar las reglas de la economía de mercado y ganarse la confianza de los inversores internacionales.
El Gobierno de Evo Morales, en consecuencia, puede estar arruinando su crédito exterior, factor esencial para que Bolivia sea capaz de generar riqueza y distribuirla con equidad. No sólo porque la seguridad jurídica es una condición esencial para mantener la confianza del capital extranjero, sino también porque el hecho de que el Estado boliviano se convierta en propietario de las empresas privatizadas no supone a priori garantía alguna de que se gestionen mejor ni de que creen mayor riqueza para el país, como se han encargado ya de demostrar otras experiencias similares.




Análisis

¿LA TERCERA ES LA VENCIDA?

Por tercera vez en la historia de Bolivia, un gobierno dispone la nacionalización de los recursos hidrocarburíferos del país.

BBC de Londres (www.news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america)

El gobierno de Evo Morales cumple así con una de sus promesas de campaña y adopta una medida que, a criterio de muchos, goza de gran popularidad en el país.
Los bolivianos siempre han desconfiado de la explotación de sus recursos a manos de empresas privadas extranjeras.
Esta desconfianza tiene sus raíces en la colonia española y continuó en la vida republicana donde grupos privados, generalmente extranjeros han explotado los recursos del país con magros resultados para el desarrollo de la población local.
A raíz de este sentimiento, Bolivia nacionalizó su industria hidrocarburífera, en los años 30 en perjuicio de la entonces Standard Oil.
En 1969 el proceso se repitió cuando el Estado se apropió de los bienes de la estadounidense Gulf.
Sin embargo, estas nacionalizaciones no lograron revertir los índices de pobreza en el país ni generar el desarrollo deseado.
A pesar, especialmente en la nacionalización de 1969, se vivió un periodo de bonanza que generó millonarios recursos para el Estado Boliviano.
Privatización parcial
En la década de 1990, durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, se llevó a cabo un proceso de privatización parcial "sui generis" en la que se conformaron empresas de explotación, exploración y transporte, cuyo 50% de la acciones estaban en manos de empresas privadas y el 50% restante en manos de los ciudadanos bolivianos, que serían representados en el directorio por Administradoras de Fondos de Pensiones.
Este complejo esquema resultó en un "boom" de inversiones que convirtió a Bolivia en el país con las segundas mayores reservas de gas de Sudamérica, después de Venezuela.
Sin embargo, el proceso no obtuvo los beneficios esperados y la población, una vez más, mostró su recelo frente a la presencia extranjera y sintió nuevamente que "sus recursos eran saqueados".
La crisis política iniciada en el año 2000 terminó con la caída del segundo gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y su sucesor, Carlos Mesa y culminó con la llegada al poder de Evo Morales y un nuevo discurso nacionalizador.
Nacionalización compleja
En esta ocasión, sin embargo, la denominada tercera nacionalización de los recursos hidrocarburíferos es más compleja.
Ahora, las empresas petroleras deberán entregar toda su producción de gas y petróleo a la empresa estatal de petróleo (YPFB), quien también estará a cargo de la comercialización con la definición de las condiciones volúmenes y precios internos y la exportación e industrialización.
Mediante este sistema, el Estado boliviano obtendrá el 82% de los beneficios de la producción en aquellos campos que hayan generado un volumen superior a los 100 millones de pies cúbicos diarios de gas en 2005 y el 50% en aquellos campos con niveles de producción inferiores.
Además de ello, el gobierno dispuso que la estatal petrolera pase a poseer al menos el 50% de las acciones en las empresas mixtas que operaban en el país, lo que en la práctica significa que los ciudadanos bolivianos perderán las acciones que obtuvieron en los años noventa cuando se dispuso la privatización parcial en el sector.
Si bien se produce esta expropiación el gobierno se ha comprometido a pagar los beneficios que los ciudadanos mayores de 65 años obtenían por estas acciones.
¿Las consecuencias?
Falta ahora ver cuál será la reacción de las empresas extranjeras que operan en Bolivia -particularmente la brasileña Petrobras y la hispano-argentina Repsol YPF, los principales inversores del sector.
El tiempo dirá si estas empresas recurren a un arbitraje internacional o aceptan negociar nuevos contratos.
También habrá que esperar la reacción de los países afectados por la medida, en especial Brasil - el principal comprador del gas boliviano.
Junto a ellos, muchos se preguntan por las consecuencias que esta medida tendrá sobre otros sectores de la economía boliviana, donde también se produjeron privatizaciones parciales, como es el caso de la electricidad.
El gobierno de Evo Morales apuesta a obtener grandes ganancias con esta medida, más de US$750 millones sólo en 2007, pero antes deberá encontrar nuevos mecanismos de incentivo para mantener y ampliar el nivel de la inversión para modernizar el sector, una de los argumentos para la privatización parcial de los años 90.
En todo caso, Bolivia apuesta una vez más a controlar sus recursos y muchos esperan que, esta vez, el beneficio sí llegue a su empobrecida población.




El análisis de la noticia

UN GOLPE DE EFECTO PARA CONSOLIDAR PODER

La Nación de Argentina (www.lanación.com.ar)

Con la nacionalización de los hidrocarburos, Evo Morales tocó la fibra más sensible de la economía y de la política de su país, rico en las entrañas, pobre al nivel del mar y más pobre aún en las alturas de La Paz. Tocó, también, la fibra más sensible de América latina: demostró que, si de una posición ideológica se trata, no hay una izquierda, sino dos, y que, a su vez, el péndulo continúa oscilando al compás de la relación con los Estados Unidos, aunque las inversiones provengan de Europa y el comercio dependa de China. A fines del año pasado arribaron a La Paz emisarios españoles, franceses y norteamericanos. Estaban preocupados por el plazo que Morales se había dado para cumplir con la palabra que iba empeñar el día que asumió la presidencia: tardó 99 días desde el 22 de enero para decidir por decreto "que todos los recursos naturales pasen a manos del Estado boliviano".
En el Congreso, mientras desgranaba esa intención en el discurso inaugural, no sorprendió a nadie. La nacionalización de los recursos naturales había sido el eje de su campaña proselitista, cual prólogo del final de la era que creó el decreto 21.060, firmado en 1985 por Víctor Paz Estenssoro. Base, entonces, del plan de ajuste estructural y de terapia de choque contra la hiperinflación que sucedió al sesgo estatista que había impreso el mismo presidente en 1952.
Con el retorno a los orígenes, como si más de medio siglo de fracasos no hubiera sido suficiente, Morales tocó la fibra más sensible de la economía del país más pobre de América del Sur y de la política, huérfana de partidos tradicionales, en un año signado por el rediseño de la distribución del ingreso que impondrá la Asamblea Constituyente frente a los reclamos de las regiones más favorecidas, hartas de subsidiar a las menos favorecidas.
En fina sintonía con Hugo Chávez, su padrino electoral, Morales reforzó ayer la línea que había lanzado poco antes en La Habana: firmó con él y con el anfitrión, Fidel Castro, un tratado de comercio inspirado en la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), reverso del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que pregonan George W. Bush, Vicente Fox y otros presidentes, en momentos en los que abundan los conflictos bilaterales y personales en la región.
Ambos movimientos de Morales responden, en cierto modo, al mejor consejo que recogió del primero en felicitarlo apenas ganó las elecciones, Néstor Kirchner: "Debés amasar poder de entrada", según confió a LA NACION un allegado del dirigente que cobró relevancia gracias a los cortes de ruta contra el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, depuesto por inercia propia.
El primer aymara puro en la presidencia de Bolivia no parece dispuesto a perder la oportunidad en un momento delicado: el alza del precio del petróleo dictada por la situación de Irán y otros factores, al cual contribuyó con el inminente decreto 28.701, y los preparativos de Chávez para aumentar los impuestos y las regalías a las compañías extranjeras que operan en la cuenca del río Orinoco.
Esa tendencia de eventual repliegue, al margen de la puntualidad de Chávez en enviar petróleo a los Estados Unidos, coincide, a su vez, con los rayos y centellas que lanzaron ambos contra sus pares de Perú, Alejandro Toledo, y de Colombia, Alvaro Uribe, por suscribir acuerdos de libre comercio con el gobierno de Bush en desmedro de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y de los indígenas.
Señal de que en América latina conviven dos izquierdas y dos estilos: Chávez y Morales, bendecidos por Castro, van hacia un lado, y Michelle Bachelet y Tabaré Vázquez van hacia el otro, mientras Lula y Kirchner buscan prevalecer en una geografía desencantada con la democracia en general y encantada con los golpes de efecto en particular. En todos los casos, la agenda doméstica prima sobre el interés regional. Con la firma del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), con Venezuela y Cuba, Morales quiso honrar dos baluartes de la economía y de la política de su país: la hoja de coca y la soja. Y quiso aprovechar la coyuntura: Bush, con un 35% de popularidad, enfrenta los fantasmas de perder la mayoría republicana en el Capitolio en las elecciones de noviembre y de transitar los dos últimos años de su gestión con el estigma de la debilidad.
Son los fantasmas más temidos, allá y acá, frente a los cuales no parece haber mejor resguardo que dar el golpe (de efecto, no de Estado como antes) y "amasar poder de entrada", aunque sea por decreto.




Opinión:

MORALES CUMPLIÓ EN 100 DÍAS LO QUE PROMETIÓ COMO CANDIDATO

La Jornada de México (www.jornada.unam.mx)

A EVO MORALES le llevó cien días cumplir uno de sus principales compromisos de campaña: ayer retomó el control absoluto de los hidrocarburos en beneficio de los bolivianos, al tiempo que obligó a las trasnacionales energéticas que operan en aquel país a entregar la totalidad de su producción al Estado para que sea éste el que la comercialice. Las empresas del ramo deberán adecuarse a las nuevas reglas del juego, y aquellas que no estén de acuerdo deberán abandonar el país a más tardar en los primeros días de noviembre.
EL ANUNCIO DE Morales se dio en una fecha y en una zona productora por demás significativas: el Día Internacional del Trabajo y el campo San Alberto, Caraparí, explotado (junto con el campo Sabalo, desde los que se exporta 70 por ciento del gas) por dos de las principales empresas extranjeras que le han clavado los colmillos a los hidrocarburos bolivianos: la brasileña Petrobras y la española Repsol. Paralelo al decreto presidencial, tropas militares tomaron el control de los campos petrolíferos nacionales.
A PARTIR DE AYER, ambos consorcios, igual que otros que explotan la riqueza energética boliviana, sólo se beneficiarán con 18 por ciento de la producción -amén que deberán cubrir el Impuesto Directo a los Hidrocarburos de 32 por ciento-, mientras el 82 por ciento restante será en beneficio del Estado. ''En ejercicio de la soberanía nacional, obedeciendo el mandato del pueblo expresado en el referéndum vinculante del 18 de julio de 2004, y en aplicación estricta de los preceptos constitucionales, se nacionalizan los recursos naturales hidrocarburíferos del país".
SE ACABO LA novela rosa de los jugosos negocios en Bolivia, a costillas de los bolivianos. Desde los tiempos electorales, Evo Morales pintó su raya: los recursos energéticos son propiedad de la nación y para beneficio de sus ciudadanos. "El Estado recupera la propiedad, la posesión y el control total y absoluto de estos recursos. Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia asume desde ahora la propiedad de todos los hidrocarburos producidos en el país su comercialización, definiendo las condiciones, volúmenes y precios, tanto para el mercado interno como para la exportación y la industrialización. Sólo podrán seguir operando en el país las compañías que acaten inmediatamente las disposiciones de esta norma legal, hasta que en un plazo no mayor de 180 días se regularice su actividad mediante contratos que cumplan las condiciones y requisitos legales y constitucionales. Al término de este plazo las compañías que no firmaron sus nuevos contratos no podrán seguir operando en el país", anunció el mandatario.
EN VIA DE MIENTRAS, entre las principales afectadas por el decreto de Evo Morales (como hasta ayer fueron las que mayor raja sacaron de anteriores disposiciones gubernamentales) se cuenta a las trasnacionales Repsol, las inglesas British Gas y British Petroleum, la franco-belga Total Fina Elf, las estadunidenses Prisma Energy (Enron), Panamerican Energy y Shell Exxon Mobil, la coreana Dong Wong, Petrobras y Canadian Energy.
ENTRE LOS CONSORCIOS surgidos tras la "capitalización" que hizo el Goni Sánchez de Losada de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, y con mayores beneficios, destacan los siguientes, con su reparto del pastel: Transredes: TR Holdings, 50 por ciento (25 de Prisma Energy -antes Enron- y 25 de Shell); AFP Futuro Bolivia y AFP Previsión (propiedad de Zurich Financial Services y del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, respectivamente), 34 por ciento; LAIF XIV Ltda., 9.5 (AIG/GE Capital Latin América Infraestructure Fund LP); Fondelec Pie de Monte, 4.5; Credit Agricole Indosuez (Carlson Dividend Facility), 0.14; Roberto Sergio Bonifaz Paz, 0.10; Francisco Hoffman Lijeron Soliz, 0.04, y otros, 1.76.
PETROLERA ANDINA: Repsol YPF Bolivia, 50 por ciento; AFP Futuro Bolivia FCC, 22.42; AFP Previsión BBVA-FCC, 22.42; AFP Futuro de Bolivia FCI, 2.04; AFP Previsión BBVA FCI, 2.04 y trabajadores accionistas, 1.08. Repsol-YPF posee derechos mineros en 32 bloques, siete de los cuales son de exploración (9 mil 264 kilómetros cuadrados) y 25 de explotación (2 mil 174 kilómetros cuadrados). Controla varios de sus bloques mediante sus subsidiarias Pluspetrol, Maxus (absorbida por YPF antes de que Repsol adquiriera esta última), y Andina.
PETROLERA CHACO: Amoco Bolivia Oil & Gas British Petroleum, 50 por ciento; Futuro de Bolivia AFP, 24.48; BBVA Previsión AFP, 24.48; Carls Dividend Facility, 0.13; Haciendas Ganaderas Chiquitanas, 0.04 y ''otros'', 0.86. Este consorcio también participa en Petroquímica Boliviana.
PETROBRAS: EXPLORA, explota, refina, comercializa, vende y se compra a sí misma los hidrocarburos; para su operación en Bolivia está dividida en cuatro partes: Inversiones y Servicios, Distribución, Refinación y Petrobras Bolivia.
OTRAS DE MENOR RANGO son Emcogas SAM (CCI, Canadian Crossroads Internacional, 94.75 por ciento; YPFB, 2.52, y Alcaldía de Cochabamba, 2.73), y Emdigas SAM (Compañía Nacional de Gas, 21.36; Universidad San Francisco Xavier, 18.08; Jorge Calderón Zuleta, 13.36; Alcaldía Municipal de Sucre, 7.49; Prefectura de Chuquisaca, 5.74; Gustavo Abastoflor, 4.13; María R. Urioste de Arana, 3.64, y ''otros'', 26.2).
DESDE EL ARRANQUE del mandato de Evo Morales, dos de los grandes corporativos energéticos que operan en Bolivia -Repsol y Petrobras- exigieron al nuevo gobierno "reglas claras" para sus negocios en aquel país. Con el decreto de ayer, más clara, el agua.
IGUAL DE CLARO, multitudinario y espectacular, el movimiento de los hispanos en Estados Unidos.
Las rebanadas del pastel:
FLANQUEADO POR DOS bellos especímenes de la "democracia sindical" (Joaquín Gamboa Pascoe, de la CTM, y Víctor Flores, del Congreso del Trabajo), que aplaudieron a rabiar, el inquilino de Los Pinos advirtió que "no es con la ilegalidad como se consiguen beneficios al interior de las organizaciones sindicales; la ilegalidad desvirtúa y deslegitima todo beneficio". Y el carismático secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar, le hizo segunda: "es importante que los sindicatos se sacudan a líderes corruptos...", pero sólo los mineros.




SE TENSA EL CLIMA DEL MERCADO ENERGÉTICO, SEÑALAN ANALISTAS

La Jornade de México (www.jornada.unam.mx)

Aunque Bolivia no es un gran productor de gas ni de petróleo, la decisión de su gobierno de nacionalizar sus hidrocarburos agrava el clima de los mercados energéticos afectados por otros dolores de cabeza como el tema nuclear iraní o la inestabilidad de Nigeria.
Según datos oficiales, Bolivia -segunda reserva de gas natural de la región- produce 150 millones de pies cúbicos anuales de gas y extrae 40 mil barriles diarios (b/d), de acuerdo con cifras de la Agencia Internacional de Energía.
Su producción petrolera, destinada casi totalmente al mercado interno, equivale a 0.05 por ciento de la mundial (84 millones de barriles), mientras que su producción de gas supone 0.25 por ciento, según cifras de la Agencia Central de Inteligencia estadunidense (CIA).
Pese a ello, los analistas coincidieron en que la decisión del presidente Evo Morales contribuye a reforzar la tendencia al alza en los mercados energéticos.
"No estoy convencido de que tenga un impacto inmediato" en los mercados petroleros, explicó Bill Farren-Price, subdirector de Middle East Economic Survey (Observatorio Económico de Oriente Medio), una publicación con autoridad en el campo de la energía.
Sin embargo, sí que "incrementa la temperatura, incrementa la tensión en la industria petrolera en general, creo que sólo puede reforzar los precios", agregó.
Además, y en el plano interno boliviano, "no mejora necesariamente el apetito de los inversores extranjeros, aunque sólo el tiempo lo dirá".
James Williams, de la consultora WTRG, explicó que "es más fácil que los precios suban a que bajen" si "el paso de Bolivia hacia un modelo venezolano de control total sobre el petróleo" se suma a "la pérdida de una quinta parte de la producción de Nigeria", la amenaza de sanciones a Irán y "la cercanía de las vacaciones".




BRUSELAS ADMITE QUE LA DECISIÓN DE MORALES PUEDE TENER
UN "IMPACTO NEGATIVO" EN EL MERCADO DEL PETRÓLEO

Europa Press de España (www.europapress.es)

La Comisión Europea (CE) sigue "con preocupación" la decisión del Gobierno boliviano de nacionalizar los recursos de hidrocarburos del país andino y admite que ello puede tener un "impacto negativo" en el mercado, sometido ya a "fuertes tensiones" provocadas por el actual nivel de precios del crudo. En todo caso, el Ejecutivo comunitario descarta que la medida adoptada por Evo Morales tenga repercusiones en el suministro europeo, dado el escaso volumen de importación.
"La decisión del Gobierno boliviano no tendrá un impacto en la seguridad física del suministro europeo de hidrocarburos, porque las importaciones europeas de petróleo de Bolivia son insignificantes y tampoco se importa gas. Dicho esto, la decisión del Gobierno boliviano puede tener un impacto negativo en el mercado, puesto que actualmente está sometido a fuertes tensiones en lo que se refiere a los precios", declaró en rueda de prensa en portavoz de Energía de la Comisión Europea, Ferrán Tarradellas.
Por su parte, el portavoz del Ejecutivo comunitario, Johannes Laitenberger, subrayó que la Comisión "sigue con preocupación" el decreto en virtud del cual el presidente boliviano nacionaliza este sector y anunció que Bruselas estudiará "con cuidado" los detalles del mismo y su impacto tanto en Bolivia como en las inversiones extranjeras, dado que hay varias empresas europeas afectadas, como la española Repsol YPF, la británica British Petroleum y la francesa TotalFinaElf.
Laitenberger añadió que, aunque la Comisión sabía que el nuevo gobierno boliviano se planteaba aumentar el papel del Estado en el sector de los hidrocarburos, y que adoptaría este tipo de medidas porque formaba parte de su programa electoral, el Ejecutivo comunitario tenía la "esperanza" de que antes de adoptar esta decisión hubiera habido un proceso de "consulta y debate". "Nos hubiera gustado un proceso de consulta previa", reconoció Laitenberger.




PSOE APOYA QUE EL GOBIERNO PIDA A EVO MORALES
QUE LOS INTERESES DE REPSOL YPF "QUEDEN SALVAGUARDADOS"


Europa Press de España (www.europapress.es)

El secretario de Política Institucional de la Ejecutiva Federal del PSOE, Alfonso Perales, anunció hoy que su partido respaldará al Gobierno central para que pida al presidente de Bolivia, Evo Morales, que los intereses de las empresas petroleras españolas en el país --en alusión a Repsol YPF-- "queden salvaguardados", tras la decisión del dirigente andino de nacionalizar los recursos petroleros.
En rueda de prensa en Cádiz, Perales matizó que "no es una intromisión" en el ámbito de decisión del Gobierno boliviano, sino un "apoyo" para que el Ejecutivo español "defienda los intereses legítimos de las empresas situadas y que explotan los yacimientos en este país".
Así las cosas, el dirigente socialista confió en "la diplomacia española y las buenas relaciones con Bolivia, un país hermano", para tratar esta situación.
Apenas cuatro meses después de ganar las elecciones, Morales ha ejecutado una de sus principales promesas electorales: la recuperación de los recursos petroleros para el Estado. Para ello, entre otras medidas, el presidente ha ordenado a las Fuerzas Armadas tomar el control de las 56 instalaciones de campos petroleros y dos refinerías que estaban controladas por las Chaco y Andina, ésta última filial de Repsol YPF, además de la transportadora 'Transredes'.




MORALES IRÁ A LA EUROCÁMARA EL 15 DE MAYO PRECEDIDO POR
LA POLÉMICA POR LA NACIONALIZACIÓN DE LOS HIDROCARBUROS

Europa Press de España (www.europapress.es)

El presidente de Bolivia, Evo Morales, será el invitado de una sesión solemne del Parlamento Europeo el próximo 15 de mayo, durante el pleno de Estrasburgo, donde llegará precedido por la polémica por la nacionalización del gas y el petróleo, que afecta a tres empresas europeas: la española Repsol YPF, la británica British Petroleum, y la francesa TotalFinaElf.
La visita de Morales a la Eurocámara se inscribe dentro de una gira que tiene previsto realizar esa semana por varias capitales europeas, según informaron fuentes parlamentarias. Ha sido cerrada por el gabinete del presidente Josep Borrell tras obtener el visto bueno de todos los grupos políticos del Parlamento. Durante las sesiones solemnes, los invitados pronuncian un discurso ante los eurodiputados y luego participan en una rueda de prensa junto con Borrell. El discurso del presidente boliviano está previsto a las 17:00 horas.
Un día después, el 16 de mayo, comparecerá ante la Eurocámara el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Su anterior visita a Estrasburgo en marzo se vio interrumpida por el ataque del Ejército israelí a la prisión de Jericó, que le obligó a volver a los territorios palestinos sin poder intervenir en el pleno. Abbas ha pedido a la Unión Europea que reconsidere su decisión de suspender las ayudas a la Autoridad Palestina tras la llegada de Hamás al Gobierno.




LA PETROLERA REPSOL YPF SE MUESTRA DISPUESTA A RENEGOCIAR LOS CONTRATOS

El País de España (www.elpais.es)

La petrolera hispano-argentina Repsol YPF está dispuesta a abrir con el Gobierno boliviano un proceso de renegociación de sus contratos de explotación en el país andino. La compañía esperará a conocer el contenido exacto del decreto aprobado ayer, que nacionaliza la producción de hidrocarburos en Bolivia y concede a las empresas extranjeras un plazo de seis meses para regularizar su situación. Repsol YPF confía en llegar a una solución negociada con el Ejecutivo de Evo Morales, y no considera probable abandonar el país.
Bolivia "no necesita patrones, sino socios". La frase que Evo Morales venía repitiendo desde su elección como presidente de Bolivia el pasado diciembre se hizo ayer realidad con el cambio normativo que obligará a las empresas extranjeras a entregar toda su producción a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB, estatal) y regularizar en menos de 180 días sus actuales contratos, o abandonar el país.
Repsol YPF, la compañía extranjera que más ha invertido en Bolivia (sus activos en el país suman casi 1.000 millones de euros) y que controla más de la tercera parte de las reservas de gas bolivianas, prefirió ayer no anticipar cuál será su reacción hasta que conozcan el alcance exacto de la medida, según un portavoz de la compañía en Madrid. Bolivia representa el 18% de las reservas de hidrocarburos de Repsol YPF, el 10% de su producción y algo menos del 3% de su beneficio neto, que el año pasado fue de 3.120 millones de euros. Otras 25 petroleras internacionales están presentes en Bolivia, como la brasileña Petrobras, la francesa Total o las británicas British Gas y Bristish Petroleum.
La dirección de Repsol-YPF para América del Sur, presidida por Enrique Locutura, se encontraba reunida anoche en Buenos Aires. Fuentes de la empresa señalaron a este periódico que se manejan dos posibilidades: que se trate de una nacionalización total o que las petroleras extranjeras puedan seguir manteniendo su autonomía de funcionamiento. "No es lo mismo que los militares bolivianos controlen los accesos a las plantas productoras a que sean ellos los que aprieten, u ordenen apretar los botones".
El presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, ya aseguraba el pasado 3 de marzo, tras una reunión con Morales, su intención de sentarse a negociar "en la línea que quiera el Gobierno [boliviano]". Quizás por lo esperado de la decisión el mercado ayer acogió la noticia sin alarma. Aunque la Bolsa española permaneció cerrada, en Nueva York las acciones de Repsol YPF subían un 1,11% hacia el final de la sesión.
La nacionalización de los hidrocarburos no ha sido el único quebradero de cabeza de Repsol YPF. Dos directivos de Andina, filial boliviana de la española, se encuentran en situación de arresto domiciliario tras haber sido acusados de contrabando de petróleo. Además, el pasado 26 de enero Repsol YPF anunció una reducción de un 25% (1.254 millones de barriles) en sus reservas probadas de hidrocarburos, sobre todo de gas, como consecuencia de los cambios normativos y contractuales en Bolivia y Venezuela y la incertidumbre sobre la prórroga de las concesiones en Argentina. El impacto negativo fue de 50 millones de euros en el beneficio de 2005 y podría llegar a 170 millones en 2006.




“Se acabó el saqueo de los recursos”, dice Evo Morales

RADICAL ANUNCIO EN BOLIVIA

Diario EL Yucatán de México (www.yucatan.com.mx)

El presidente boliviano Evo Morales decretó ayer la nacionalización de la industria de gas natural del país, en cumplimiento de una promesa electoral de aumentar el control sobre la industria de la energía, y ordenó a las fuerzas armadas que tomen los campos de hidrocarburos para evitar eventuales ``sabotajes''. El decreto obliga a las transnacionales a entregar toda su producción al Estado de inmediato y establece que si rechazan la medida deberán abandonar Bolivia en 180 días.
Morales firmó el decreto en un acto público en San Alberto, 700 kilómetros al sureste de La Paz, que también impone la transferencia ``a título gratuito'' al Estado de las acciones de los bolivianos en las petroleras resultantes de la privatización en la década pasada. También obliga a las empresas que intervinieron en la privatización a vender lo que sea necesario de su paquete accionario para que la estatal YPFB obtenga, con las acciones de los bolivianos, ``el 50% más uno de las acciones''.
El decreto ordena a las compañias extranjeras que entreguen su producción a una compañía paraestatal para su venta e industrialización. Morales recuperará las compañias de hidrocarbonos bolivianas que fueron privatizadas en los años 90, en las que el Estado controlará acciones que están en manos de compañías extranjeras, y de entidades bolivianas semipúblicas.
El presidente ordenó al ejército ocupar los campos de gas natural.
“Llegó la hora, el día esperado, un día histórico en el que Bolivia retoma el control absoluto de nuestros recursos naturales”, expresó el presidente desde el lugar, que es operado por Petrobras de Brasil en asociación con la compañia Repsol-YPF de España.
La medida enfatiza una tendencia regional en Hispanoamérica de pugna por el control de los recursos energéticos. En el pasado, protestas en Bolivia habían solicitado la expropiación de instalaciones privadas de gas operadas por British Gas, Repsol y Petrobras. Esas protestas por la política energética debilitaron o forzaron la salida del poder de algunos presidentes en Bolivia, que cuenta con las segundas reservas de gas natural más grandes de Sudamérica.
El mandatario advirtió que las compañías que rechacen el decreto tendrán que salir de Bolivia.
Agregó que todas las compañías deberán entregar su producción a la compañía paraestatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, que fue privatizada en 1996 y 1997.
Las compañías extranjeras con intereses en Bolivia también incluyen a la British Petroleum y a Total de Francia. Probablemente el país más afectado sea Brasil, que es el mayor importador de gas boliviano y tiene inversiones considerables en Bolivia a través de Petrobras.
Un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que no tenía una evaluación preliminar del impacto que la nueva medida tendría sobre el comercio con Estados Unidos y sus relaciones con Bolivia. Estados Unidos obtiene la mayor parte de su gas de fuentes domésticas, Canadá y México. “Estamos tratando de obtener una copia de la propuesta y la discutiremos con nuestras contrapartes bolivianas y con personas de la cancillería”, agregó el funcionario del Departamento de Estado. “La embajada planea hacer consultas con las compañías estadounidenses afectadas”.
Robert Wine, vocero de British petroleum en Londres, dijo que esta compañía tiene un pequeño interés en Bolivia en una sociedad que produce gas equivalente a 15,000 barrilles de petróleo, una cantidad pequeña en comparación con los cuatro millones de barriles de petróleo al día de British Petroleum.
Cuando le preguntaron de qué manera la decisión podría cambiar los intereses de British Petroleum, respondió: “No hemos visto los detalles, pero estoy seguro de que nuestros socios los están analizando. Nuestros socios, que son los operadores de actividades, están digiriendo la noticia de hoy”.
El anuncio no causó sorpresa.
Wine destacó que había habido agitación política en Bolivia, con protestas públicas en torno a la industria. “El cambio no es inesperado, pero hasta donde sé, no esperábamos la nacionalización total”, aseveró.Evo Morales decreta nacionalización de hidrocarburos EDITORES: Agrega reacciones de gobierno español en párrafos 11 y 12 Por ALVARO ZUAZO LA PAZ (AP) _ El presidente boliviano Evo Morales decretó el lunes la ``nacionalización de los hidrocarburos'' y ordenó a las fuerzas armadas tomar los campos de hidrocarburos para evitar eventuales ``sabotajes''.
``Llegó la hora, el día esperado, un día histórico para que Bolivia retome el control absoluto de nuestros recursos naturales'', dijo Morales desde San Alberto, campo petrolero que administra la brasileña Petrobras y que tiene también por socias a la firma española-argentina Repsol YPF y a la francesa Total. En la víspera de cumplir 100 días en el poder, el mandatario que se cubría la cabeza con un casco blanco de obrero, advirtió a las petroleras que si no respetan el nuevo decreto y la ``dignidad de los bolivianos'' los hará respetar ``por la fuerza''. El vicepresidente Alvaro García Linera dijo desde un balcón del palacio presidencial a la multitud que se dio cita en el lugar para celebrar el Día del Trabajador, que ``56 estaciones hidrocarburíferas fueron ocupadas por YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), las fuerzas armadas'' y fiscales. En la ciudad oriental de Santa Cruz, sede de las principales transnacionales, una unidad del ejercito asumió el control físico de la refinería de Palmasola de propiedad de la brasileña Petrobras. Los soldados estaban armados con ametralladoras livianas y portaban escudos antimotines. ``Se trata de dar seguridad a las operaciones,'' dijo el comandante de la unidad, Capitán Jorge Lenz. La toma ocurrió al mediodía del lunes cuanto el mandatario anunciaba la nacionalización de los yacimientos gasíferos. No se han reportado actos de violencia ni de sabotaje.
Desde Madrid, el gobierno español expresó honda preocupación sobre el decreto de Morales, ya que la medida afecta directamente a la petrolera Repsol. ``El Gobierno espera que el plazo de 180 días anunciado por el presidente de Bolivia a las empresas extranjeras para regularizar sus actuales contratos abra un proceso de auténtica negociación y diálogo entre gobierno y empresas en el que se respeten los intereses de uno y otros'', señala un comunicado emitido por la cancillería española. Morales señaló que en las tres empresas conformadas tras la privatización hace una década, YPFB deberá tener ahora mayoría absoluta y que la misma medida se aplicará a Petrobras, que no intervino en ese proceso. Las empresas resultantes de la privatización son Andina S.A, filial de Repsol; Chaco S.A., que es controlada por la británica British Petroleum; y Transredes, cuyo mayor paquete accionario pertenece a la anglo holandesa Shell y a un consorcio estadounidense que reemplaza a la quebrada Enron. Ellas se constituyeron sobre la base de que los inversionistas que privatizaron tendrían el 50% de las acciones, mientras que el pueblo boliviano, no el Estado, y los trabajadores de YPFB detentarían el otro 50%. Las acciones de los bolivianos son administradas por fondos de pensiones privados y no pertenecen al Estado. ``Se acabó el saqueo de las empresas extranjeras'', dijo Morales tras la firma del decreto, que da a YPFB el control pleno de la industria. ``En coordinación con las fuerzas armadas de Bolivia, quiero pedir a esa institución que defienda su patria, que defienda su soberanía, su dignidad, sobre todo la integridad del territorio nacional, quiero pedirles desde acá, a partir de este momento, tomar todos los campos petrolíferos de toda Bolivia'', dijo Morales tras firmar el decreto. En un discurso posterior el lunes en la noche ante miles de simpatizantes que se dieron cita frente al palacio presidencial en La Paz, el mandatario agradeció a las fuerzas armadas por apoyar su medida y advirtió que ``pueden irse las empresas petroleras que anunciaron que congelarán sus inversiones''. ``Se quedarán aquellas que quieran subordinarse a la voluntad del pueblo y a las a leyes porque no queremos patrones'', sentenció. Ovacionado por gente que agitaba banderas y gritaba consignas a favor de la medida, Morales señaló que la nacionalización de los hidrocarburos ``es apenas el comienzo, porque mañana será la minería, los recursos forestales y la tierra''. Añadió que en lo inmediato las transnacionales que en 2005 hubieran producido 100 o más millones de pies cúbicos de gas por día deberán reconocer al Estado beneficios por 82% del valor de su producción. En el caso de las que produjeron menos, deberán mantenerse en el régimen actual, que es de entregar al Estado el 50% en impuestos y regalías. Bolivia tiene las segundas reservas brutas de gas de Latinoamérica, debajo de Venezuela, pero las primeras de gas libre, no asociado a petróleo. Las venezolanas ascienden a 151 trillones de pies cúbicos, pero sólo el 10% es libre. En tanto, la casi totalidad de los 48,7 de Bolivia son libres. Morales dijo que así que cumple así su promesa electoral, con la que ganó las elecciones del 18 de diciembre.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, firmó un “decreto supremo” que nacionaliza y da al Estado el “control absoluto” de todos los hidrocarburos.
Morales hizo coincidir la puesta en marcha de esta medida con el Día del Trabajador y sus primeros 100 días al frente del Gobierno, señala “El Mundo”.
Las empresas extranjeras que operan en Bolivia, incluida la española Repsol-YPF, deberán entregar toda su producción a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB, estatal) y regularizar en menos de 180 días sus actuales contratos.
El acto de la firma, al que asistieron ministros de su gobierno e invitados, se celebró en el pozo San Alberto, en Caraparí, en el departamento de Tarija.
Como minero Tras la firma, el mandatario boliviano, con casco de minero sobre la cabeza, pronunció un discurso en el que detalló el contenido del decreto, que deroga la ley de capitalización de 1997. “Se acabó el saqueo de los recursos naturales de Bolivia”, afirmó.
En 60 días se refundará la estatal YPFB para que se ocupe del control, almacenamiento, distribución e industrialización de hidrocaburos. La firma del decreto devolverá al Estado el control de los yacimientos hidrocarburíferos, lo que afectará sobre todo a dos compañías: la española Repsol YPF y la brasileña Petrobras, principales compañías que operan en el país.
La petrolera Andina, filial de Repsol YPF, dio a conocer que primero que nada analizará el decreto antes de emitir un pronunciamiento al respecto. Fuentes de la Cámara de Hidrocarburos afirmaron que “a partir de ahora todo puede pasar”, y que en Bolivia “se está empezando a vivir” lo mismo que en Venezuela.




RONDA DE OPINIONES

Diario El Yucatán de México (www.yucatan.com.mx)

José R. Zapatero, Presidente español.
Esperamos que el plazo de 180 días dado por Bolivia a las empresas extranjeras abra un proceso de auténtica negociación y diálogo. Confiamos que se respeten los intereses de unos y otros y no se envíe una señal negativa a los inversionistas, que siguen con atención los acontecimientos.
Alejandro Toledo, Presidente de Perú.
Si el presidente Evo Morales decidió estatizar los hidrocarburos es una decisión soberana del mandatario, que el pueblo ha elegido, y no voy a emitir ningún comentario sobre eso. Pero sí creo que en Perú debemos alentar la inversión privada nacional y extranjera.
Bob Davis, Vocero de ExxonMobil.
Me parece prematuro comentar sobre la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia. Sin embargo, seguimos de cerca la situación y veremos cuáles son las derivaciones. Poseemos el 30% de las reservas de gas de Itau, campo hasta ahora no explotado, cuyo principal operador es un grupo francés.
Ildo Sauer, Directivo de Petrobras.
La petrolera estatal brasileña analizará junto al gobierno de Brasil las consecuencias que tiene para la empresa la nacionalización de los campos de gas y petróleo decretada por Bolivia. La medida todavía es objeto de exámenes detallados. Estamos preocupados por asegurar los intereses de Petrobras y de sus accionistas.




MONTILLA, PREOCUPADO POR LA DECISIÓN DE BOLIVIA DE NACIONALIZAR LOS HIDROCARBUROS»

ABC de España (www.abc.es)

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, mostró hoy su preocupación por la decisión del Gobierno de Bolivia de nacionalizar los hidrocarburos y obligar a las empresas presentes en el país a entregar su producción a la nacional YPFB.
En declaraciones a TV3 recogidas por Servimedia, Montilla indicó que la decisión de Evo Morales no causa "ninguna sorpresa", ya que su intención de renegociar los contratos de las compañías energéticas "era evidente". Los términos concretos del decreto de nacionalización "no los conocemos", agregó el ministro, por lo que "tenemos que ser prudentes". Montilla, no obstante, admitió que "nos preocupa mucho esta decisión. Evidentemente no nos agrada y pienso que no es positiva para Bolivia".
El país andino, continuó el ministro, "necesita que sus recursos naturales estén en función de sus intereses como país", pero "también necesita inversiones extranjeras", y estas inversiones requieren de "seguridad jurídica", y con decisiones como nacionalizar los hidrocarburos "no se las incentiva, más bien lo contrario, se las desincentiva".
Montilla confió en que el plazo de seis meses abierto ahora para renegociar los contratos en Bolivia permita "que se encuentre una fórmula que sea satisfactoria para las partes", ya que para Bolivia no sería bueno, argumentó, que se etiraran las inversiones extranjeras.
El ministro de Industria no ve relación entre la decisión de Morales y su reciente reunión con el venezolano Hugo Chávez y el cubano Fidel Castro, y recordó que Repsol YPF está presente en Venezuela y "no tiene problemas". El Gobierno tiene "preocupación", pero también ha de mantener "calma y prudencia", manteniéndose "firme en la defensa de los intereses" nacionales.




REACCIONES A NACIONALIZACIÓN BOLIVIANA

Tanto Brasil como España, responsables de la mayor parte de la producción en los yacimientos gasíferos bolivianos, reaccionaron con consternación al decreto supremo del presidente Evo Morales que nacionaliza los hidrocarburos.

BBC de Londres (www.news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america)

El titular de la petrolera estatal brasileña Petrobrás, José Sergio Gabrielli, afirmó que la decisión "torna económicamente inviable las operaciones" en el país andino.
Mientras que el gobierno español, en control de la petrolera hispanoargentina Repsol-YPF, expresó una "profunda preocupación" por la medida.
El decreto firmado este lunes por el presidente boliviano devuelve al Estado el control de los recursos energéticos y fija un plazo de 180 días para que las empresas extranjeras negocien nuevos contratos o abandonen sus operaciones en Bolivia.
Evo Morales también ordenó la militarización de los campos de petróleo y gas natural y envió efectivos armados a tomar control de las instalaciones.
Tras dirigir la toma de una refinería, el mandatario aseguró que "falta mucho por hacer... mañana, pasado será la minería, será lo forestal, serán todos los recursos naturales".
Ganancias en juego
Con la nueva norma las empresas extranjeras deberán entregar todo el petróleo y el gas extraídos a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que les retribuirá por sus servicios con el 50% del valor de la producción.
En los dos mayores campos gasíferos -San Alberto, operado por Petrobrás, y Sábalo, operado por Repsol-YPF- el retorno para las empresas será sólo del 18%.
Gabrielli, presidente de Petrobrás -la mayor inversora extranjera en el sector de hidrocarburos en Bolivia- dijo en declaraciones a TV Globo que "no hay posibilidades de viabilizar una nueva inversión con un 18 por ciento de retorno sobre la producción de gas".
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, convocó a Gabrielli a sumarse a una reunión ministerial este martes para discutir la decisión boliviana.
Por su parte, una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de España expresa que "el gobierno espera que en el período de 180 días anunciado por el presidente boliviano para que las compañías extranjeras regularicen sus actuales contratos haya diálogo y negociaciones auténticos... en los que todos los intereses sean respetados".
El documento agrega que el primer ministro español, José Luis Rodríguez Zapatero, "vigilará de cerca la situación en Bolivia y trabajará junto a otros gobiernos involucrados para alcanzar una solución satisfactoria para todas las partes".




EVO MORALES DECRETO LA NACIONALIZACION DE LOS HIDROCARBUROS EN Bolivia

“CON ESTA MEDIDA NOS JUGAMOS LA VIDA”

El presidente boliviano efectuó el anuncio desde un campo petrolero, al que llegó acompañado por un batallón de ingenieros militares. El vice García Linera encabezó al mediodía un acto popular por el 1º de Mayo, donde la medida provocó una gran algarabía.

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)

A las 11 de la mañana, el canal estatal comenzó a generar expectativa con un inminente mensaje al pueblo boliviano del “gobierno popular del compañero presidente Evo Morales”; se adelantaba que habría medidas muy importantes vinculadas con la nacionalización de los hidrocarburos. Pasada media hora, algunos medios comenzaron a anunciar de manera algo confusa que Morales firmaría la nacionalización en Tarija (departamento fronterizo con la Argentina y enclave de los principales campos gasíferos), pero nadie sabía, a ciencia cierta, en qué consistiría esa medida reclamada por los movimientos sociales como una especie de “solución mágica” a los males de este país andino. El velo se despejó pasado el mediodía: lejos de la nacionalización light pronosticada por sus críticos de izquierda, el mandatario boliviano optó por lo que los analistas caracterizaron como un decreto “duro”. El líder cocalero apareció en el campo San Alberto, ubicado en el municipio tarijeño de Caraparí, ataviado con campera y casco de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) junto a todos sus ministros –incluido Andrés Soliz Rada, de Hidrocarburos, y viejo compañero de ruta del “Colorado” Jorge Abelardo Ramos–, dirigentes sociales y un batallón militar para anunciar la “ocupación” y control de todos los campos, refinerías, gasoductos y estaciones de servicio por YPFB y las Fuerzas Armadas.
“Queremos pedir (a las Fuerzas Armadas) desde acá, a partir de este momento, tomar todos los campos petrolíferos en toda Bolivia con los batallones de ingenieros”, arengó Morales. Fue como un balde de agua fría que despertó a las cadenas de radio y televisión privada de la resaca de un 1º de Mayo que no parecía traer más expectativa que algunos anuncios oficiales que derogan la libre contratación de trabajadores y reponen parte de la anterior legislación laboral. En su alocución, el mandatario consideró ilegales los actuales contratos de riesgo compartido firmados entre el Estado y las empresas petroleras (por no haber sido revalidados por el Congreso) y acusó de “traidores a la patria” a quienes “entregaron este sector estratégico, violando la soberanía y la dignidad nacional”. Militares con banderas bolivianas y armas largas custodiaban las instalaciones de este campo, uno de los más ricos de Bolivia con la quinta parte de las reservas de gas y símbolo de los privilegios de las empresas extranjeras; según varias denuncias, fue descubierto por la estatal YPFB y posteriormente catalogado como “nuevo” para reducir la presión impositiva sobre sus propietarios: la brasileña Petrobras, la hispano-argentina Repsol-YPF y la francesa Total. Ayer, una enorme pancarta decía: “Nacionalizado. Propiedad de los bolivianos”, y la imagen se repitió en otros campos militarizados.
“Bolivia ha sido el primer país del continente en nacionalizar sus hidrocarburos; la de hoy es la tercera y definitiva nacionalización de nuestros recursos”, continuó Morales, expresión de un nuevo nacionalismo que ya no tiene como actores centrales a los militares o las clases medias urbanas –como el nacionalismo revolucionario de los años ’50– sino a un conjunto de organizaciones sindicales y movimientos sociales, de base corporativa, que se identifican a sí mismos como “indios” excluidos desde el acto mismo de fundación de la República en 1825.
Concretamente, el decreto 28.701 –denominado “Héroes del Chaco”, en referencia a la guerra contra Paraguay (1932-1935)– restituye al Estado “la propiedad, la posesión y el control total y absoluto” del gas y el petróleo. No se trata de una expropiación sino, en palabras presidenciales, de “sentar soberanía”: a partir de ayer mismo, las empresas están obligadas a entregar al Estado toda su producción, que será comercializada por YPFB, la empresa estatal que determinará las condiciones de venta tanto en el mercado interno como externo. Es decir, fijará volúmenes de venta, precios y destinos de exportación. Además, las petroleras deberán firmar, en 180 días, nuevos contratos acorde con el nuevo armazón legal nacionalizador (ver aparte). En caso de resistencia de las empresas, YPFB tomará a su cargo la operación de sus campos.
En relación con las empresas capitalizadas (una variante boliviana de privatización), el Estado recuperará las acciones “de los ciudadanos”, en poder de las administradoras de fondos de pensiones (AFPs) y se nacionalizarán “las acciones necesarias” para llegar al control estatal del 50 por ciento más uno del paquete accionario de esas empresas, entre ellas, Chaco (Amoco y British Gas) y Andina (Repsol).
La guinda de la torta y una de las medidas menos esperadas fueron los cambios impositivos: los campos que produjeron en promedio más de 100 millones de pies cúbicos diarios de gas en el 2005 (Sábalo y San Alberto, que representan el 70 por ciento del total nacional) pagarán una combinación de impuestos y regalías de 82 por ciento. “La tortilla se ha dado vuelta”, resumió el vicepresidente Alvaro García Linera en el balcón del Palacio Quemado donde luego sonaría la famosa canción de la Guerra Civil Española. Según sus cifras, con la legislación aprobada en 1997 por Gonzalo Sánchez de Lozada, el Estado recibía 140 millones de dólares de ingresos por la actividad petrolera, a partir de ahora ingresarán 780 millones, toda una fortuna para el raquítico erario boliviano. De ahí que los más pobres se entusiasmen con la posibilidad de un despegue económico de este país históricamente postergado y en el cual, pese a las lecturas folklorizadas sobre el movimiento indígena, las demandas son mayor inclusión social y reconstrucción del Estado para proveer los servicios que demanda la población.
Una multitud, convocada para celebrar el Día de los Trabajadores sin saber que se trataba del día D de la nacionalización, esperó al vicepresidente García Linera, que salió al balcón pasada la una de la tarde y pronunció uno de sus discursos más encendidos. “El gobierno del pueblo, el gobierno de los trabajadores ha tomado la medida más importante de este siglo: ésta es la primera nacionalización del siglo XXI”, se entusiasmó el profesor de Sociología, que combinó el tono pedagógico con la arenga de barricada. Dijo que los muertos y mártires “ya pueden descansar en paz”, que los hidrocarburos “regresaron a la nación donde siempre deberían haber estado”, y denunció: “Esta decisión va a ser resistida por los dinosaurios, por los que quieren seguir entregando a la patria, pero por esta medida los bolivianos nos jugamos la vida; no vamos a aceptar presiones de ningún traidor, de ninguna empresa, de ningún país extranjero”.
Se adelantaba, de esta forma, a las posibles represalias de las petroleras, apoyadas por sus gobiernos. Una de ellas es la brasileña Petrobras (responsable del 20 por ciento del PBI boliviano) en un contexto de conflicto con otra firma de ese origen: la metalúrgica EBX, expulsada de territorio boliviano por “violar la Constitución y las normas ambientales”. Ayer, la prensa boliviana informó sobre un comunicado de Brasilia que señalaba que “la delicada situación de las empresas brasileñas afincadas en Bolivia debe resolverse mediante el diálogo”.
Frente a posibles “sabotajes”, Morales les pidió a los trabajadores petroleros ser leales con su patria y sumarse a las medidas nacionalizadoras. “Si no nos respetan (las empresas), nos haremos respetar a la fuerza”, amenazó en la misma línea de su vicepresidente. Y los riesgos políticos y económicos no son pocos: para nadie pasó inadvertido que el aterrizaje de Evo Morales en los campos petroleros se produjo horas después de su arribo de La Habana, donde firmó la adhesión a laAlternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) con Hugo Chávez y Fidel Castro –un proyecto anti-TLC– y declaró ante la prensa que se trataba de “un gran encuentro de tres generaciones, tres presidentes y tres revoluciones”. Banderas cubanas y remeras con el slogan “Che, Fidel, Chávez, Evo” colorearon la concentración oficialista de ayer. Este acercamiento al “eje bolivariano” es resistido por sectores empresariales, que consideran que se trata de acuerdos políticos sin beneficios para el sector privado local, y promueven la firma de un TLC con Estados Unidos. Entre ellos milita parte de la dirigencia de Santa Cruz donde, según una reciente encuesta de la firma Apoyo, Opinión y Mercado, la imagen de Morales habría caído un 25 por ciento y el comité cívico prepara un paro para este jueves en reclamo de más ítem de salud y educación y en defensa de la licitación de la reserva de hierro de El Mutún.
Con elecciones para la Asamblea Constituyente convocadas para el próximo 2 de julio, fuentes gubernamentales confían que la medida de ayer potenciará sus posibilidades electorales para revalidar el triunfo del 18 de diciembre y, como Chávez en Venezuela, construir una hegemonía política de más largo aliento.




MORALES GOLPEA A PETROLERAS MORALES GOLPEA A PETROLERAS

La Estrella de Arica, Chile (www.estrellaarica.cl)

El Presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció la nacionalización de los hidrocarburos, obligando a las petroleras extranjeras a ceder al Estado la propiedad de su crudo y gas natural a partir de ayer.
El Mandatario firmó un "decreto supremo" que nacionaliza y da al Estado el "control absoluto" de todos los hidrocarburos.
Tras ello, pidió a las Fuerzas Armadas tomar los campos petroleros administrados por empresas transnacionales. Las empresas extranjeras que operan en Bolivia deberán entregar toda su producción a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB, estatal) y regularizar en menos de 180 días sus actuales contratos.
El líder boliviano aclaró que los grupos extranjeros que no renegocien sus contratos deberán abandonar el país. "Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por empresas extranjeras'', dijo Morales tras leer el decreto. Éste es parte de los esfuerzos del Mandatario por resucitar la economía del país más pobre de Sudamérica, que alberga las segundas mayores reservas de gas natural de la región.




MULTINACIONALES DEBERAN FIRMAR NUEVOS CONTRATOS EN 180 DIAS
EVO MORALES NACIONALIZA HIDROCARBUROS BOLIVIANOS

El presidente Evo Morales anunció ayer, lunes, sorpresivamente que firmó un decreto para la nacionalización de los hidrocarburos bolivianos en una ceremonia realizada en el rico yacimiento de San Alberto, al sur del país, tras lo cual el Ejército tomó de inmediato el control de 53 instalaciones petrolíferas y dos refinerías en todo el territorio para impedir eventuales sabotajes por parte de las actuales concesionarias multinacionales.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py)

Tras el anuncio del presidente Evo Morales, el Gobierno toma el control absoluto de todas las plantas de hidrocarburos del país y la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se hará cargo de los campos, mientras las compañías extranjeras que los operaban deberán regularizar su situación con nuevos contratos en un plazo de 180 días, de acuerdo con el decreto.
"En ejercicio de la soberanía nacional, obedeciendo el mandato del pueblo expresado en el referendo vinculante del 18 de julio de 2004 (...) se nacionalizan los recursos naturales hidrocarburíferos del país", señala el decreto leído por Morales.
"El Estado recupera la propiedad, la posesión y el control total y absoluto de estos recursos", añade.Morales argumentó que con esta medida se solucionarán los problemas económicos del país, porque se generarán más fuentes de trabajo y porque la medida significa el inicio de una "verdadera nacionalización del Estado".
"Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por parte de las transnacionales", enfatizó Evo Morales, al anunciar la nacionalización.
Entre las compañías extranjeras que se verán afectadas por la disposición se incluyen las multinacionales Petrobras (Brasil), Repsol (España), British Gas y British Petroleum (Gran Bretaña) y Total (Francia).
El decreto establece que las petroleras que "realizan actividades de producción de gas y petróleo en Bolivia están obligadas a entregar la propiedad a YPFB y toda la producción de hidrocarburos" a partir del 1 de mayo.
Morales anticipó que sólo podrán seguir operando en Bolivia las multinacionales que acaten las nuevas normas y pidió a sus ejecutivos que "respeten la dignidad y la voluntad del pueblo boliviano".
"Si no lo hacen, nos haremos respetar a la fuerza, porque se trata de hacer respetar los intereses del país", advirtió. YPFB asumirá desde ahora "la propiedad de todos los hidrocarburos producidos en el país, asume su comercialización, definiendo las condiciones, volúmenes y precios, tanto para el mercado interno como para la exportación y la industrialización", agrega.
Según el decreto, denominado "Héroes del Chaco", en honor de los 50.000 muertos en la Guerra del Chaco, librada por Bolivia contra Paraguay entre 1932 y 1935, en este periodo de transición la distribución de ingresos por la producción de hidrocarburos y gas será de un 82% para el Estado y el restante 18% para las petroleras que lo exploten, una cifra que Morales consideró que "‘cubre el costo de operación, de inversiones y utilidades".
El decreto es parte de los esfuerzos de Morales por resucitar la economía del país más pobre de Sudamérica, que alberga las segundas mayores reservas de gas natural de la región.
"El Ministerio de Hidrocarburos determinará caso por caso, mediante auditorías, las inversiones realizadas por las compañías así como sus amortizaciones, costo de operaciones y rentabilidad obtenida en cada campo petrolífero", afirma el decreto.
En La Paz, el vicepresidente Alvaro García Linera dijo que "a partir de hoy, (las multinacionales) tienen que entregar el 82% del total de la producción para los bolivianos, y sólo el 18% para las empresas extranjeras".
"Antes (en la década del 90), Bolivia obtenía (por el negocio del gas) 140 millones de dólares; con la nueva ley (aprobada en mayo del año pasado por el Congreso) subimos a 460 millones, hoy subimos a 780 millones de dólares en el año que viene", según García Linera.
En medio de una multitudinaria concentración, el vicepresidente anunció que "no vamos a aceptar presión de ninguna empresa extranjera, no vamos a aceptar presión de ningún Gobierno extranjero" para revertir la medida.
Por su parte, las Fuerzas Armadas expidieron en tanto un comunicado en el que anuncian la toma de control de los campos hidrocarburíferos.
La medida "busca asegurar el funcionamiento de las estructuras de producción para garantizar el normal aprovisionamiento de energéticos para el cumplimiento tanto de compromisos internacionales como el abastecimiento del mercado interno", señaló el documento.
Bolivia -segunda reserva de gas natural de la región- produce 150 millones de pies cúbicos de gas anuales y extrae 40.000 barriles de petróleo al día (b/d).
LOS PRINCIPALES PUNTOS DEL DECRETO
Estos son los principales puntos de ese decreto:
- El Estado recupera la propiedad, la posesión, el control total y absoluto de todos los recursos hidrocarburíferos.- A partir del 1 de mayo de 2006 las empresas petroleras que actualmente realizan actividades de producción de gas y petróleo están obligadas a entregar la propiedad a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
- YPFB, en representación del Estado, asume su comercialización, definiendo las condiciones, volúmenes y precios, tanto para el mercado interno, la exportación y la industrialización.
- Sólo podrán seguir operando en el país las compañías que acaten inmediatamente las disposiciones del decreto de nacionalización, hasta que en un plazo no mayor a 180 días se regularice su actividad mediante nuevos contratos.
- Las compañías que no hayan firmado nuevos contratos no podrán seguir operando en el país.- Para garantizar la continuidad de la producción, YPFB tomará a su cargo la operación de los campos de las compañías que se nieguen a acatar o impidan el cumplimiento de lo dispuesto en el decreto.
- Durante el período de transición (180 días), el valor de la producción se distribuirá de la siguiente manera: 82% para el Estado y 18% para las compañías, porcentaje que cubre el costo de operación, amortización de inversiones y utilidades, según el presidente Morales.
- El Ministerio de Hidrocarburos determinará caso por caso, mediante auditorías, las inversiones realizadas por las compañías, así como sus amortizaciones, costo de operación y rentabilidad obtenida en cada campo. Los resultados servirán de base a YPFB para determinar la retribución o participación definitiva correspondiente a las compañías en los nuevos contratos.
- El Estado recupera su plena participación en toda la cadena productiva del sector de hidrocarburos.




DECRETO SUPREMO: BOLIVIA NACIONALIZÓ LOS HIDROCARBUROS

La norma otorga al Estado el control de todos los recursos energéticos. Y las empresas que rechacen esta decisión deberán “abandonar el país”. Evo Morales llamó al pueblo a “movilizarse” ante un posible boicot.

Diario Hoy de Argentina (www.diariohoy.net)

El presidente de Bolivia, Evo Morales, firmó ayer un “decreto supremo” que nacionaliza y da al Estado el “control absoluto” de todos los hidrocarburos.
En un acto público en el campo de gas y petróleo San Alberto, al sur del país, Morales firmó el decreto 28.701, que reclama a las petroleras adecuar sus operaciones en Bolivia al nuevo proceso. Advirtió que, si lo rechazan, deberán abandonar el país.
Tropas del ejército tomaron bajo su control los campos petroleros bolivianos tras la decisión del gobierno de nacionalizarlos, informó un comunicado del Comando General del Ejército. Las empresas extranjeras que operan en Bolivia deberán entregar toda su producción a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB, estatal) y regularizar en menos de 180 días sus actuales contratos.
“Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por empresas extranjeras”, dijo Morales, tras leer el decreto en una población del sureño departamento de Tarija.
La medida “busca asegurar el funcionamiento de las estructuras de producción para garantizar el normal aprovisionamiento de recursos energéticos para el cumplimiento tanto de compromisos internacionales como el abastecimiento del mercado interno”, señaló el documento.
La medida afecta a unas veinte multinacionales, entre ellas la Repsol (España), Petrobras (Brasil), British Gas y British Petroleum (Gran Bretaña) y la Total (Francia).
En su discurso, transmitido en cadena desde las instalaciones petroleras de Caraparí, en Tarija, donde se encuentran las principales reservas gasíferas de Bolivia, agradeció el apoyo del alto mando militar y pidió al pueblo que “se movilice ante intentos de sabotaje” de las trasnacionales. El presidente boliviano enfatizó que las petroleras trasnacionales serán “bienvenidas” si aceptan la nacionalización dispuesta por su gobierno. Pero advirtió que, en caso contrario, “el pueblo decidirá” qué hacer.





BOLIVIA DA UN ULTIMÁTUM A REPSOL TRAS NACIONALIZAR SUS YACIMIENTOS

El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció ayer la nacionalización de los hidrocarburos mediante un decreto que obliga a las multinacionales que operan en el país, entre las que se encuentra Repsol YPF, a entregar toda su producción al Estado. Las empresas tienen 180 días para adaptarse a la nueva situación.

Diario Cinco Días de España (www.cincodias.com)

Por sorpresa y en una localidad situada al sur de Bolivia, el presidente Evo Morales anunció ayer la firma de un 'decreto supremo' que nacionaliza y otorga al Estado el 'control absoluto' de todos los hidrocarburos. 'Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por empresas extranjeras', proclamó ayer Morales, quien cumplía ayer 100 díasde Gobierno. Momentos después el ejército boliviano tomaba el control de los campos petrolíferos.
El decreto obliga a las multinacionales a entregar toda su producción al Estado de inmediato para su comercialización e industrialización a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Las principales empresas que operan en Bolivia, Repsol YPF, la brasileña Petrobrás, la francesa Total y las británicas British Gas y British Petroleum, tienen 180 días para adaptarse a la nueva normativa y seguir operando. De lo contrario, deberán abandonar el país. El decreto también afecta a las inversiones de las estadounidenses Panamerican Energy y Exxon Mobil, la argentina Pluspetrol, la Canadian Energy y la coreana Dong Wong.
El presidente boliviano anunció además la confiscación de las acciones necesarias de varias empresas mixtas con la intención de que YPFB tenga en ellas más del 50%. La medida afecta directamente a Andina, la filial de Repsol YPF, así como a otra de Petrobrás.
Fuentes de la filial boliviana de la petrolera presidida por Antonio Brufau, señalaron que tienen que estudiar el decreto antes de pronunciarse pero reconocieron que 'a priori no parece una buena noticia'. Fuentes de la Cámara de Hidrocarburos, de la que Repsol forma parte, explicaron a Europa Press que se ha convocado una reunión de su directorio para analizar punto por punto el texto del decreto. 'A partir de ahora todo puede pasar', señalaron. Los títulos de Repsol subían no obstante en Nueva York.
El país posee reservas de 48,7 billones de pies cúbicos de gas, los siguientes en importancia del continente americano después de los de Venezuela, que tiene el triple.
Morales advirtió que si las empresas no respetan su decisión, 'nos haremos respetar a la fuerza, porque se trata de proteger los intereses de un país'. Además, señaló que las empresas que en 2005 hayan producido volúmenes iguales a los cien millones de pies cúbicos diarios sólo se beneficiarán con el 18% de la producción. El resto, irá a las arcas del Estado. Las empresas que hayan producido menos se mantendrán bajo el actual esquema, que reconoce regalías para del 18% y un impuesto directo sobre hidrocarburos del 32%.
El presidente, que hizo de la nacionalización la bandera de su campaña electoral, aseguró el abastecimiento de combustibles y señaló que el gobierno iniciará de inmediato negociaciones con las petroleras para que acepten la nueva política con la espada de Damocles de que si no lo hacen deberán abandonar el país en seis meses.

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