Friday, May 19, 2006

MEDIDAS EN BOLIVIA Y ECUADOR MARCAN TENDENCIA NACIONALISTA EN LA REGIÓN

La Paz, tumba de tiranos cuna de libertadores
Opinión:

MORALES Y EL HIPNOTIZADOR

ABC de España (www.abc.es/opinion)

Mi abuela, pese a ser una mujer optimista por naturaleza, decía siempre que «el año que es de leche, hasta los machos la dan». Eso deben pensar los presidentes de Repsol, Antonio Brufau, y La Caixa, Ricardo Fornesa -su principal accionista-, tal y como le están yendo las cosas a la petrolera en los últimos tiempos. La gran operación articulada en torno a la opa de Gas Natural sobre Endesa -que para muchos era el punto de partida para la creación de un gran grupo energético liderado por Brufau- ha encallado y su final es cada vez más dudoso. Tampoco sopla a favor el viento para los negocios que la petrolera tiene en Iberoamérica. La compañía se vio obligada a revisar a la baja sus reservas a comienzos de año, con el borrón que eso supone a efectos bursátiles. Y para rematar la faena, Evo Morales nacionaliza los hidrocarburos en Bolivia, incluídos los yacimientos de gas que allí explota Repsol. Una cuestión que, sin ser especialmente dramática, sí confirma lo dicho antes: el año, en efecto «es de leche».
Existe la teoría de que las personas muy afortunadas absorben la buena suerte de quienes le rodean, de manera que éstos últimos se convierten en auténticos gafes, a los que todo sale mal. El caso más claro de esta tesis es, según algunos, el presidente del Gobierno. Tocado por la diosa Fortuna, consigue sacar adelante todo lo que se propone, aunque sea en el último segundo y gracias a providenciales carambolas. Justo lo contrario de lo que les ocurre a aquellos que, por una razón u otra, han entrado en su zona de influencia. No importa que sea sólo de forma temporal y para buscar su apoyo en una opa hostil.Quien parece poco dispuesto a dejarse hipnotizar por el encantador de serpientes que vive en La Moncloa es Evo Morales. El presidente boliviano no ha tenido ningún problema en decir que Zapatero promete mucho y cumple poco. Más bien, nada. Cuestión a la que en España, por cierto, no se le da demasiada importancia.
La actitud de Morales merece todos los reproches que se le puedan ocurrir a uno, pues supone un desprecio a los contratos y las leyes que los protegen. Y, pese a ello, tiene una lógica aplastante. Las petroleras se quedan con el 82% de los rendimientos que generan los principales campos de gas del país y dejan para el Estado boliviano el 18% restante. Dar la vuelta a este reparto supone multiplicar por 4,5 los ingresos públicos por el negocio energético, que son prácticamente los únicos que alimentan las arcas del país más pobre de Iberoamérica. Con este dinero adicional se pueden hacer muchas cosas. Y si, encima, no se «diluye» por el camino, mejor todavía.
Sólo una cosa es segura: las petroleras, pase lo que pase, sobrevivirán a Morales, pues están curtidas en mil batallas. Repsol, por su puesto, lo sabe.




Opinión:

UN PROYECTO QUE YA FRACASÓ: BOLIVIA

Diario Yucatán de México (www.yucatan.com.mx)

Después de una reunión con el “comandante” Fidel Castro y el “comandante” Chávez, el nuevo presidente de Bolivia, Evo Morales decretó la nacionalización de los hidrocarburos y anunció una reforma agraria. La pobreza de la mayor parte de los bolivianos no se origina por la ausencia de la propiedad estatal del petróleo y del gas, pues hasta 1995 todos los energéticos los manejaba el Estado. Tampoco la pobreza es debida a la ausencia de una reforma agraria, pues ya se había implementado una desde los años 50.
En abril de 1996, apenas hace 10 años, una nueva ley de hidrocarburos permitió la participación de los particulares y los extranjeros en la explotación del petróleo y el gas en Bolivia. Los principales nuevos inversionistas fueron sus vecinos brasileños, principales perjudicados con la “reestatización” del gas.
En 10 años de participación privada en los energéticos se aumentó la producción de petróleo en un 80%, de 10 millones de barriles en 1995 a 18 millones en 2005.
Los ingresos por exportación de petróleo aumentaron en 590%, de 39 millones de dólares en 1996 a aproximadamente 269 millones en 2005. La producción de gas desde que se permitió la participación privada extranjera se triplicó: de 170 millones de pies cúbicos en 1995 a 519 en 2005.
Las exportaciones se quintuplicaron: de 73 millones de pies cúbicos a 367 millones en 2005. Los ingresos por exportación crecieron 10 veces: de 94 millones de dólares a 956 millones. De 1999 a 2005 los ingresos fiscales por impuestos a hidrocarburos crecieron en un 121%.
Más allá de posiciones ideológicas, el gobierno boliviano tiene ahora más recursos gracias a la apertura del sector energético a empresas privadas. Sin esa apertura, el sector energético sería más pequeño y el gobierno más pobre.
En 1953 se inició una reforma agraria en Bolivia que no redujo la miseria. Al igual que pasó en México, Chile, El Salvador y muchos otros países iberoamericanos con las expropiaciones de tierras el siglo pasado, espantaron las inversiones y el empleo, y generaron migraciones desordenadas del campo a las ciudades y a otros países.
¡Pobre Bolivia!, pues retoma un proyecto económico de expropiaciones que ya fracasó. También revive estatizaciones y una retórica gubernamental de pobres contra ricos, que enfrenta y genera odios entre los ciudadanos sin solucionar ningún problema económico, como lo demuestra la historia del siglo XX.




Opinión:

LA NACIONALIZACIÓN ES UN ROBO Y EVO UN CRIMINAL

Libertad Digital de España (www.libertaddigital.com)

Imagínese que yo decreto que su casa no le pertenece porque usted tomó posesión de ella por un contrato que a mí me parece ilegal. A continuación le digo que, o me paga un alquiler por seguir viviendo en su casa, o le envió a mis secuaces armados para que le echen a la calle. En el caso que se quede, estará en continua vigilancia y sometido a mis caprichos.
Si hiciese tal acción me merecería, sin duda, el apelativo de criminal. Uso la extorsión, esto es, la amenaza de la violencia física contra usted para arrebatarle su propiedad y libertad. También, de dudosa reputación sería aquel que me apoyase.
Esto mismo es lo que está haciendo el presidente boliviano Evo Morales. Es un tanto sorprendente la frialdad de los analistas ante el tema de las nacionalizaciones. Leemos y oímos que nacionalizar puede ser bueno o malo, que puede crear inseguridad para el tejido económico de Bolivia. Yo tampoco estoy libre de culpa. Pero pocos parecen ver la propia naturaleza de la nacionalización, esto es, el uso de la fuerza absoluta contra personas y entidades pacíficas. El estado, que es quien ha de asegurar el respeto a la vida, a la propiedad privada y a la libertad, se ha convertido en Bolivia en la principal amenaza de todas ellas. La mayor organización criminal que hay ahora mismo en el país andino no es la mafia, sino el gobierno de Morales. ¿Cree que Morales envía a un ejército armado hasta los dientes a las instalaciones de empresas privadas simbólicamente? Esos soldados no dudarán en asesinar a todo aquel que pretenda defenderse de tal agresión. Eso sí, por el bien común, y con esta excusa, los izquierdistas tendrán la conciencia tranquila.
Si Morales es un criminal, no lo es mucho menos aquel que le da soporte. Puede ser relativamente aceptable que el presidente español Rodríguez Zapatero considere la disputa entre el gobierno boliviano y las empresas españolas como un problema entre ellos y no un problema de estado, pero de aquí a continuar y ampliar la financiación del criminal con nuestro dinero hay un largo trecho. Es un hecho inaceptable. ¿Realmente quiere que su dinero vaya a manos de un tirano en lugar de que no salga nunca de su bolsillo? Seguro que usted sabría darle mejores fines a su dinero.




Evo Morales

BOLIVIA Y EL FMI

Libertad Digital de España (www.libertaddigital.com)

En fecha tan reciente como diciembre de 2005, el FMI liberaba a Bolivia de una parte de su deuda por un equivalente a 231 millones de dólares, por un motivo tan extravagante como que "Bolivia se ha cualificado para esta quita por su satisfactoria perfomance macroeconómica, tendencias favorables en la reducción de la pobreza (sic) y sólidas iniciativas para mejorar la gestión del gasto público (resic)". Pero no crean ustedes que esto es un favor particular: la quita alcanza a 19 países y representa 3.300 millones de dólares.
Ya en un artículo anterior advertía que el FMI, con su indolencia escandalosa, estaba financiando, o apoyando a financiar, a la neo revolución que está desarrollándose en Sudamérica. Esta revolución está alcanzando cotas de latrocinio designado como expropiación, pero que debería ser llamado confiscación ilegal. Aquí, en España, en el contexto de empanada mental que nos ampara y nos envuelve, no han faltado simpatizantes de las acciones confiscatorias de Don Evo, pues nunca nos han de faltar titiriteros y faranduleros, de la escena y de la pluma, para extasiarse ante rememoraciones de la revolución que no han podido catar, pero de la que son nostálgicos, eso sí, de salón. (Aunque un poco sorprendente me ha resultado la simpatía encubierta manifestada por J.H. Elliot, que se ve que ser hispanista imprime carácter.) Como conozco, además, altos cargos de las empresas españolas confiscadas que seguro que han reavivado el viejo pero nunca apagado rescoldo de la conciencia progre, pues se habrán reído a espaldas de sus accionistas, que esto al fin y al cabo es rejuvenecer... Y me apuesto mi brazo izquierdo a que el Sr. Rato no ha dejado de sentir un pellizco de euforia progresista, pues alguna gota de sangre jacobina debe tener en sus señoritiles arterias.
Mientras, hordas de afectados por el Forum y Cía. recorren Madrid en busca de alguien que les haga caso, siempre que ello conlleve una indemnización por su supuesto desfalco; y es de suponer que todos o casi todos admiran los expeditivos modos de Don Evo. ¡Ah, la acción directa! ¡Qué tiempos aquellos! Ahora vivimos horas que son, o serán pronto, propicias a la acción directa, arbitraria, inmediata, sin remilgos legales. ¿No nos retrotrae a tiempos pretéritos, quizás con menos opulencia pero ricos en arte y libros? El FMI, el Forum Filatélico, Evo Morales, Zapatero... ¿no es una visión de la corte de los milagros valleinclanesca?




Opinión:

NACIONALIZACIÓN. ESTA VEZ ESTADOS UNIDOS Y EUROPA PERDIERON LA INICIATIVA

Argenpress de Argentina (www.argenpress.info)

Por: Gustavo Herren (especial para ARGENPRESS.info)

La nacionalización de los hidrocarburos (HC) por el presidente de Bolivia, Evo Morales, puede ser cuestionada en muchos aspectos, pero según como se renegocien los contratos en favor del Estado parece apuntar por lo menos, a detener el “saqueo” de los hidrocarburos (HC) bolivianos que venían haciendo las multinacionales extranjeras, y transformarlo en “negocios” en los que obtendrían una rentabilidad razonable.
La renta petrolera para el Estado boliviano pasará del 18% al 82% después de la nacionalización. Un valor similar al que percibe el Estado noruego. Para acceder a los cargos, no pocos de los presidentes latinoamericanos vienen aplicando contra sus pueblos, una vieja táctica que se emplea contra el enemigo en tiempo de guerra. Se trata del “Engaño” seguido de la “Sorpresa”.
De modo que cuando Evo Morales anunció en su campaña que nacionalizaría los HC, y luego de asumir cumplió su promesa, la sorpresa no fue para el pueblo sino para los saqueadores.
La nacionalización asegura la propiedad por parte del Estado, pero no el control económico del recurso o servicio.
En Venezuela por ejemplo, el recurso petrolero fue controlado en forma relevante por las multinacionales (principalmente de EEUU e Inglaterra), desde su descubrimiento en 1914 (situación que tiene similitud con lo que sucede actualmente en Argentina).
Hacia 1976 el gobierno nacionalizó el petróleo y las concesionarias, incluidas las extranjeras, y creó la petrolera estatal PDVSA.
Sin embargo, la empresa estatal fue cooptada, al ser infiltrada por una dirigencia nativa de ideología Liberal. En los hechos, tuvo poder suficiente como para operar en forma cuasi-autónoma, siendo estructurada de forma tal que producía un mayor beneficio para el extranjero que para el propio Estado de Venezuela. La situación comenzó a ser normalizada hacia 1999 con el gobierno del presidente Chávez, que fue recuperando el control de la petrolera estatal y la relación con las multinacionales, para beneficio del Estado (que incluye al pueblo).
Históricamente Multinacionales
La Historia puede resultar una materia peligrosa, porque estas megacorporaciones transnacionales no son un fenómeno nuevo. Se puede estudiar y comparar como operaban en el siglo XIX las “Compañías de las Indias”, de los países europeos (como Gran Bretaña, Holanda y Francia), cuyas dimensiones eran del orden o mayor que las actuales multinacionales, y advertir patrones comunes independientes del tiempo. Tal el poder, por ejemplo, de la Compañía Británica de las Indias Orientales (British East India Co) que la bandera de EEUU con sus franjas rojas y blancas, es copia casi exacta de la bandera de ese gigantesco grupo económico transnacional de la oligarquía inglesa (La diferencia está en el ángulo de la bandera, que en lugar de las estrellas tenía la cruz de San Jorge).
Groseramente, operan según el objetivo primero, de aumentar su ganancia individual sin límite hasta liquidar el recurso explotado, y sin escrúpulo alguno en los medios utilizados para ese fin.
Un corolario de que en la doctrina del Capitalismo Liberal no hay reglas que acoten la acumulación del capital, salvo la propia sagacidad y el ansia de lucro, en un marco apropiado donde el Ego es considerado como virtud.
No tendrán reparo por ejemplo, en manipular y cooptar a las clases dirigentes de los países, corrompiendo con incentivos económicos, controlar los medios de comunicación, influenciar e infiltrar grupos ideológicos, contratar a los mejores cerebros, recopilar y analizar información o financiar y participar en acciones encubiertas y hasta clandestinas, para influenciar sobre situaciones políticas y económicas de todo tipo.
Por otro lado en el plano político-estratégico, estas compañías funcionan como si fueran una clase de fuerzas de “invasión y ocupación” en conexión directa con sus gobiernos de origen, sea hoy el de la superpotencia imperial, los de las demás potencias europeas históricamente colonialistas como España, Francia, Inglaterra, o bien con sus aprendices latinoamericanos que sintonizan con los principios del Capitalismo de Mercado.
Por ejemplo detrás de la empresa pseudo-estatal Petrobras está EEUU, que posee el 49% de sus acciones, y solo el 37% esta en manos del Estado de Brasil.
Un impacto cultural inmediato que no es poca cosa
Sin embargo las “nacionalizaciones” tienen otro impacto inmediato, aparte del plano económico.
Se trata de un impacto político, psicológico y cultural muy importante en la región.
En el caso de Bolivia, conceptualmente cuestionan los axiomas últimos del Liberalismo económico adaptado para América Latina (o Neoliberalismo), diseñado en los polos de poder de EEUU y Europa occidental, e importado e impuesto mediante una intensa guerra psicológica y cultural, por los gobernantes latinoamericanos cipayos y corruptos en las décadas precedentes.
Uno de esos principios neoliberales y globalizadores, es la mínima intervención del Estado (gobierno), salvo para asegurar el libre funcionamiento del mercado.
El concepto de nacionalización es afín a la autodeterminación de los países y sus pueblos, y es además una potencial semilla de rebelión en el coloniaje de las mentes.
Por eso, la vocero Condoleezza Rice se refiere despectivamente a los “populismos antidemocráticos” que están surgiendo en el sur, cuando en realidad está aludiendo a gobiernos “populares”, que no hacen otra cosa que defender en alguna medida los intereses nacionales y de sus pueblos.
La falta de cota superior en la acumulación de capital y la finitud de la riqueza mundial, hace que en esta etapa del Capitalismo, llamada Globalización, se haga evidente en el mundo un “quiebre” entre dos actores, independientemente de los países. Una cada vez más nítida frontera, que separa a un grupo reducido de élites enormemente enriquecidas, de una masa mundial empobrecida y subordinada.
Justamente, uno de los temores del Imperio estadounidense y sus socios globalizadores, es que las ideas nacionales y populares sean ejemplificadoras y se propaguen a otros países de la región.
La nacionalización en Bolivia, muestra que “es posible hacerla”, a pesar de la asimetría abrumadora en la relación de fuerzas Neoliberales-Globales.
Así el gobierno de G.W. Bush debe sembrar la confusión para que esto no se entienda claramente, de forma similar a que no se haga evidente, que independiente del futuro desenlace en Irak, ya quedó demostrado que “es posible” hacer frente y descolocar a la brutal maquinaria militar imperial de alta tecnología, que su propaganda presenta como invulnerable e inútil de enfrentar.
¿Y en Argentina ...?
En Argentina, las encuestas muestran que casi un 75% de la población apoya la decisión soberana de Bolivia sobre la nacionalización de HC, y estaría de acuerdo si el gobierno adoptara medidas similares. Hoy se presenta una oportunidad única, para ser desperdiciada con operaciones políticas “gatopardistas” de coyuntura. Si el Estado recuperara la renta petrolera percibiría unos 10.000 millones de dólares al año.
En Argentina, en la década de los 90’s, el gobierno liberal de Menem liquidó y privatizó la empresa estatal Y.P.F. aduciendo entre otras cosas su rentabilidad negativa. Sin embargo está probado en la Justicia, que por ejemplo, la empresa fue condicionada a endeudarse sistemáticamente tomando créditos en el extranjero, y que esos fondos se aplicaron para fines ajenos a la compañía.
Ese mismo gobierno concretó además la entrega de los HC a las multinacionales extranjeras. Era bien conocido en el ambiente, que resultaba más económico para las empresas comprar yacimientos ya descubiertos sea directamente o por fusiones, que descubrir nuevos invirtiendo en exploración. De modo que por acción y omisión de corruptos y traidores, España un país sin yacimientos de petróleo significativos en su territorio, pasó a ser un país petrolero a nivel mundial.
La situación única en el mundo, de mantener el petróleo casi totalmente en manos privadas extranjeras, continúa desde entonces sin mayores cambios.
Las políticas actuales sobre HC, minería y otros recursos naturales, siguen alineadas con el principio Liberal de que: “la principal ventaja que tienen los recursos naturales es atraer exclusivamente inversiones (extranjeras y locales)”. El usarlos para un vigoroso desarrollo nacional pasa por un segundo plano.
El concepto de la “necesaria inversión extranjera” con la necesaria seguridad jurídica, sigue ocupando innecesariamente el rol central en muchas políticas de gobierno, sustentado por los aún vigentes “Tratados Bilaterales de Protección a la Inversión Extranjera”, firmados con mas de 50 países por los neoliberales en los 90’s, con rango superior a las leyes nacionales y que definen la relación entre un Estado y los grandes grupos económicos internacionales, que configuran la economía mundial.
Suele pasar desapercibido la importancia histórica y mucho mayor hoy día, que pueden tener “los Tratados” como arma efectiva de coloniaje.
De las venganzas y los escarmientos
Hay innumerables antecedentes en el mundo, que a toda nacionalización se opone la reacción de los intereses afectados.
En 1936, Bolivia fue el primer país de América Latina que nacionalizó el petróleo, por iniciativa de su presidente el coronel Toro. Pero su gobierno fue rápidamente desestabilizado y derrocado al año siguiente, reanudándose la exacción extranjera de HC.
En 1969, el general Ovando Candia junto al luego presidente Quiroga Santa Cruz hicieron un segundo intento para que Bolivia maneje su propio petróleo y gas, y los volvieron a nacionalizar. Al año siguiente su gobierno fue presionado y desestabilizado. Asumió el general Banzer que liberalizó la inversión privada extranjera, recomenzando la expoliación de HC, que se completó en 1996 con las reformas estructurales del Banco Mundial y las privatizaciones del liberal Sánchez de Lozada.
Recordamos también que en el hemisferio norte, EEUU después de “liberar” a Afganistán e Irak y llevarles (a sangre y fuego) la corrupción, la Libertad y la Democracia, tiene ahora otro destino manifiesto unilateral en su plan geoestratégico de desestabilización de Oriente Medio.
Según la doctrina Bush de la Guerra Preventiva: “una guerra se previene con otra guerra”, le queda pendiente la “liberalización” preventiva de Irán. Esta vez sería para prevenir una eventual amenaza nuclear para las democracias controlables del mundo.
Pero en realidad, se trataría de la “segunda liberalización” que haría EEUU contra Irán, porque la primera fue por causa de una nacionalización.
Unas palabras sobre Irán. Actualmente intenta llevar adelante su propio proceso de enriquecimiento de Uranio (U) con fines no militares, no hay pruebas serias que demuestren lo contrario.
Su central nucleo-eléctrica próxima a inaugurarse en Bushehr, tiene un reactor construido por Rusia de clase PWR (Pressurized Water Reactor), es decir que usa agua liviana (H2O) como moderador de la reacción y U enriquecido como combustible. Con este fin, el U natural debe enriquecerse artificialmente con el isótopo fisionable (U-235) en un orden del 2 al 5%.
Si se quisiera fabricar una bomba atómica operativa es necesario por lo menos llevarlo al 20%, aunque típicamente se debería disponer de U-235 casi puro, es decir U altamente enriquecido a más del 90%.
El gobierno de Irán tiene un proyecto de desarrollo de país soberano, para lo cual requiere de un grado de autodeterminación. A pesar de ser un país petrolero, previene el paulatino agotamiento de los grandes yacimientos mundiales que se producirá desde las próximas décadas, y considera a la energía nuclear como una de las alternativas viables, ante la enorme magnitud de la demanda energética en juego. Irán planea construir 20 centrales nucleares comerciales más, en 20 años.
Hoy se están construyendo en el mundo más de 20 reactores nucleares en 10 países. China proyecta construir más de 30 reactores en los próximos 15 años. En el mundo funcionan más de 400 centrales nucleares en más de 30 países, la mayoría de las cuales lo hacen con U enriquecido.
El proceso que desarrollará Irán, de bajo enriquecimiento de U, es similar al que está efectuando Brasil, que ya tiene avanzada la construcción de su propia fábrica, buscando su autosuficiencia y el ahorro de millones de dólares al no tener que seguir realizando el proceso para su central tipo PWR, en el consorcio europeo Urenco (de empresas alemanas, holandesas y de Gran Bretaña), o tener que recurrir al oligopolio de países que lo hacen (los mencionados mas EEUU, Francia, Rusia, China, Japón, Pakistán).
Notablemente, la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) autorizó al Brasil a tal actividad a pesar que retacea sus inspecciones, sin embargo la deniega a Irán en base a conjeturas y sin ningún fundamento jurídico. Pero Irán ya había sido “liberado” por EEUU en 1953, cuando la CIA (autorizada por Eisenhower) junto con Inglaterra organizaron y financiaron las operaciones encubiertas para derribar al mandatario iraní Mosadegh, quien había nacionalizado dos años antes el petróleo de manos de las multinacionales extranjeras.
Luego del golpe promovieron la asunción del Shah Reza Pahlevi, un gobierno pro-EEUU, que liberó nuevamente la exacción de petróleo para las corporaciones estadounidenses, inglesas y francesas.
Volviendo a América Latina, sus gobiernos generalmente van detrás de los acontecimientos que marcan los centros de Poder Mundial. Esta vez Bolivia se adelantó y ganó la iniciativa, y fueron EEUU y Europa los que tuvieron que ir detrás.
En estas condiciones, es de esperar en América del Sur un crecimiento significativo en la ofensiva encubierta o no, de las potencias dominantes y las oligarquías nativas asociadas, en contra de los gobiernos nacionales y populares, que intensificará las desestabilizaciones aplicando operaciones militares, paramilitares clandestinas y no militares.
Las guerras no militares invisibles que aplican las grandes potencias y sus socios son permanentes, lo que varía es su intensidad. El denominado tiempo de Paz, en tanto que el enemigo ignora que no lo es, no pasa de ser una creencia. Tal es el cinismo y la alta eficiencia de estas operaciones de guerra, sean de Inteligencia, Psicológica, Ideológica, Social y de Organizaciones, entre otras.
Se pueden ver, en la quita de Libia de la lista de países que apoyan a un supuesto “terrorismo mundial”, confeccionada unilateralmente por la élite que gobierna EEUU, que lo convirtió en el peor Estado megaterrorista del mundo. Intenta así mejorar su imagen, mientras demoniza a Venezuela, prohibiendo que se le vendan armas, que venda las suyas propias que tengan software con Licencia de Uso estadounidense, y advirtiéndole que está descuidando su lucha contra el terrorismo. O cuando las agencias de información falsa del Pentágono, intentan relacionarla con desarrollos nucleares supuestamente armamentísticos.
Prepara así “el ambiente” para hacer creíble a la opinión pública mundial una posible inclusión de Venezuela en esa lista y la aplicación de sanciones y desestabilizaciones.
La ofensiva se ve también a través de la mayor reactividad de los gobiernos latinoamericanos “amigos” de Washington, que se ponen en evidencia al tomar decisiones que traicionan los intereses de sus propios pueblos. Pero por otro lado inducen cada vez mas reacciones en su contra y crece su impopularidad.
Para mantener su autoridad deben aplicar la violencia, pasando de la coerción a la represión. Esta multiplicidad de “destellos” de reacciones y protestas sociales, es cuidadosamente silenciada por los grandes multimedios del mensaje único globalizador que manipulan la comunicación masiva, pero aparece en los distintos medios alternativos (1).
Independientemente de hasta adonde avance la nacionalización en Bolivia, su semilla cultural ya ha sido sembrada en Latinoamérica.
Nota:1) Por ejemplo en Argentina, aquello que no se puede ver en los noticieros televisivos durante todo el día, se puede ver a la madrugada (1a.m. Canal oficial) en una retransmisión del micro informativo deTelesur (Venezuela).




Análisis:


ALGUNOS PASOS DADOS EN BOLIVIA - POR FRANCESC SÁNCHEZ

El nuevo revuelo ha aparecido cuando el ejecutivo de Evo Morales ha comunicado al banco español BBVA y a la aseguradora suiza Zurich sus intenciones de darse de baja como cliente en la gestión de los bonos del estado."

El Inconformista Digital de España (www.elinconformistadigital.com)

Todas las noticias que llegan de Bolivia para algunos molestan y para otros causan gran satisfacción. Ésta esquizofrénica reacción que parte de planteamientos poco racionales, y que ―por su radicalidad y sencillez ― suele plasmarse en la mayoría de medios de comunicación, nos puede llegar a impedir ver con claridad lo que sucede en ese lejano país.
El nuevo revuelo ha aparecido cuando el ejecutivo de Evo Morales ha comunicado al banco español BBVA y a la aseguradora suiza Zurich sus intenciones de darse de baja como cliente en la gestión de los bonos del estado. Concretamente estamos hablando de una serie de bonos repartidos entre las empresas mixtas del sector de los hidrocarburos ―Chaco SA, Andina SA y Transredes SA―, que el BBVA tenía en su cartera bursátil de fondos de inversión para repartir dividendos entre los jubilados bolivianos. Estas aportaciones que se entregaban anualmente al Fondo de Capitalización Colectivo boliviano, bajo el papel, se retribuían a los ciudadanos bolivianos mensualmente al lado de las aportaciones convencionales, conformando así lo que comúnmente conocemos como pensiones.
El Estado Boliviano no ha aclarado suficientemente que es lo que pretende hacer con esos bonos del estado, pero si mantenemos que entre sus intenciones está la de refundar una vez más la empresa estatal de hidrocarburos YPFB, es probable que su destino sea nuevamente el parquet bursátil. En cuanto a las retribuciones, que hasta ahora llegaban por medio de este plan privado de pensiones, el Estado Boliviano tiene intención de hacerlas llegar conjuntamente con el resto de aportaciones convencionales, confeccionando así un sistema de pensiones enteramente público.
Por lo tanto Evo Morales, por mucho que ordene o pida a una empresa extranjera que traspasen las acciones dando un ultimátum sin aclarar muy bien de que se trata, no se apropia de nada que pertenezca a ninguna empresa española, sencillamente pretende liquidar su cuenta como cliente en el BBVA. Sin más historia se trata del 50% de acciones del estado boliviano en las tres empresas de hidrocarburos. Cuestión distinta será lo que suceda con el 1% necesario, y actualmente en manos de las multinacionales, para controlar a esas empresas mixtas.
Éste tipo de nacionalizaciones van a continuar con otros sectores estratégicos de la economía boliviana, que hoy están en participados ―o directamente en sus manos― por multinacionales. Los aeropuertos gestionados por las españolas Abertis y Aena, y los ferrocarriles en manos de capitales chilenos, ―según el gobierno boliviano― catastróficamente llevados, van a ser los próximos a estar encima del tapete.
Mientras queda por saberse que sucederá con el sector minero, también participado por capital extranjero, el gobierno boliviano ya ha anunciado una expropiación a terratenientes bolivianos de grandes latifundios improductivos. Estos pasaran a ser propiedad del estado boliviano y se presume que éste los repartirá entre los diferentes pueblos indígenas.
Llegados aquí déjenme decirles que causan un tanto de vergüenza ajena algunas opiniones viscerales en contra de lo que pretende llevar a cabo Evo Morales en Bolivia. Presumo que muchas de estas opiniones son debidas a la ignorancia, exactamente igual que las opiniones ―y en esto seguro que me gano más de un reproche o enfado― que consideran que es fantástico que las multinacionales españolas sean expulsadas de Bolivia.
Evo Morales de momento no pretende otra que llegar a un escenario económico similar al que puede haber en un país europeo. En donde los sectores estratégicos bien están en manos del estado o cuanto menos participados por éste. Esto en un país como Bolivia, recordemos que es el más pobre de América Latina, es vital; pues hablamos de más ingresos pero también de una necesaria creación de tejido productivo que el capital privado no ha querido o no ha sido capaz de desplegar. Bolivia es un país con grandes diferencias sociológicas y culturales, en donde una pequeña porción de la población no ha hecho más que amasar propiedades y fortunas, ampliando la brecha cada vez más entre las diferentes comunidades. De ahí que a través de éstas nacionalizaciones y reformas también es importante que se busque la creación de una estructura estatal que sea capaz de educar al pueblo y democratizar a la sociedad. Terminar de una vez por todas con la corrupción y las injusticias sociales que los propios bolivianos de la clase más pudientes han perpetuado, y que en última instancia más allá de un desorbitado beneficio de las multinacionales, son los grandes responsables de la actual situación del país.
El último desembarco de las multinacionales en el país ―hubo de otros y para los bolivianos, aparte de llevarles una serie de guerras, no sirvieron de gran cosa― , hará unos quince años, desde una perspectiva ética significó un nuevo saqueo. Pues si es cierto que reportó capitales y la creación de algunas infraestructuras necesarias, es una verdad como un templo que el pueblo boliviano ―en el mejor de los casos― no estaba preparado para sacar provecho de la situación; el país entero estaba y sigue estando en el subdesarrollo, y las multinacionales ―aunque algunas fueran con buenas intenciones― más allá de sacar beneficios no han logrado cambiar nada.
Esto en clave interna boliviana focaliza todos los problemas que tiene el país en las empresas extranjeras, y Evo Morales que lo sabe, y está al corriente también de las aspiraciones secesionistas de los potentados de Santa Cruz, ante el miedo a una guerra civil, está jugando al enemigo exterior. De ahí ese lenguaje que nada gusta a unos cuantos en España. Evo Morales se encuentra entre la espada y la pared. Lo que no es óbice para que el gobierno español se desentienda de las empresas españolas afectadas y deje de defender sus intereses mientras estas sigan estando en Bolivia.
Ésta defensa de intereses debe hacerse para que el propio gobierno boliviano tenga cerca un interlocutor político con el que aclarar todas las cuestiones que tienen que ver con las empresas españolas, encontrar puntos de encuentro y ayudas afectivas para modernizar de una vez por todas Bolivia, y evitar que las empresas españolas por si solas caigan en la inseguridad jurídica cometiendo delitos. En ultima instancia, y ésta ya es otra historia, las multinacionales españolas en un momento en que lo van a tener crudo en América Latina, pueden entrar en un proceso en el que la intervención del Estado Español les de seguridad y estabilidad, a cambio de que mantengan de ahora en adelante una postura ética en el extranjero, y que hagan revertir más beneficios en la sociedad española a raíz de sus operaciones. Francesc Sánchez – Marlowe. Redactor, El Inconformista Digital.




Análisis:

BOLIVIA Y LA NACIONALIZACIÓN

El Nuevo Día de Venezuela (www.elnuevodia.com.ve)

Bolivia es el país más pobre de Sur América, está urgido de grandes inversiones, para explotar sus recursos hidrocarburos y poder desarrollarse industrialmente. Requiere por lo tanto ganarse la confianza de los capitales internacionales y por otra parte, integrarse a un acuerdo regional de libre comercio, porque tiene una población de apenas 9 millones de habitantes. Pocas empresas querrán instalarse allí, sino tienen acceso a mercados más poblados, como han hecho México, los países de Centro América y el Caribe, Colombia, Perú y Chile, con USA, Canadá o la Unión Europea, regiones con alta capacidad de compra.
Pero para Evo lo importante es la lucha contra el imperialismo, como a Hugo. Nacionalizo su industria de hidrocarburos, dejando en el aire grandes inversiones; principalmente de Brasil, España y Argentina, pretendiendo aumentar los precios, violando acuerdos firmados con anterioridad. En lo que a Brasil se refiere algunos allí califican la nacionalización como declaración de guerra, 1500 millones de dólares tienen invertidos en Bolivia y dependen en un 60% de su gas.
Con esta decisión, alejan las inversiones que necesitan, pocos revolucionarios, (Chávez) estarán dispuestos a invertir en Bolivia, cuando podrían usar sus capitales en sus propios países, o en otras regiones, con mayor seguridad, y ganancias. A pocas empresas les da vergüenza ganar dinero, como sucede con nuestra Pdvsa, que invierten no pensando en los intereses de los dueños del capital, que somos los venezolanos, sino en la revolución.
Sin libre comercio y su participación en el ALCA, Bolivia no tiene ninguna posibilidad de convertirse en una nación desarrollada. Es decir de superar la pobreza.
Tendrán que vivir en los foros internacionales, rogando por ayuda, y recibiendo migajas. Posiblemente USA, con los discursos de Evo, reduzca las ayudas que le da actualmente; España ya no entregará las colaboraciones ofrecidas, dada la nacionalización de Repsol; empresa de hidrocarburos con capital español y argentino. Y tendrán que sobrevivir con las donaciones graciosas que nuestro, mano suelta, presidente decida darles.
Por otra parte la conducta de Evo, convencerá, a los compradores de gas, que es preferible depender del gas líquido que puede ser recibido en barcos, desde cualquier nación, para luego gasificarlos en sus propias plantas. Y no depender del suministro por gasducto, cuya entrega te la puede cortar, en el lugar de origen o en el camino, cualquier mesías revolucionario.
Rusia, China, Brasil, entre otros, han retirado las manos de los políticos de la administración de su industria petrolera, sabiamente, traspasándola a los particulares.
Cooperativas: Nelson Moreno debería tomar medidas, con el trato que las cooperativas dan a sus trabajadores en Sotillo.




Opinión:

SOBRE LA AYUDA ESPAÑOLA A BOLIVIA

Diario Las Provincias de España (www.lasprovincias.es)

Los últimos acontecimientos protagonizados en Bolivia por su pintoresco presidente, y que de manera tan concreta afecta a las grandes empresas españolas Repsol-YPF y BBVA, nos da pie a pergeñar estas líneas. Durante la visita a España de Evo Morales el pasado mes de enero cuando todavía no había sido investido presidente de su país, Zapatero le prometió seguir manteniendo (e incluso aumentar) la ayuda del Gobierno español al pueblo boliviano, tan necesitado de apoyos económicos; una ayuda que ya en tiempos de Felipe González se activó, con resultados muy positivos.
Corrían los primeros tiempos del Gobierno socialista, en la década de los ochenta, cuando una representación de técnicos españoles trabajó en aquel país iberoamericano por espacio de varios años cooperando con la Corporación Regional de Desarrollo de Santa Cruz, un ente autárquico encargado de todas las actuaciones a desarrollar en el departamento (agricultura, ganadería, sanidad, obras públicas, educación...) creado –como en los demás departamentos– para suplir la escasa actuación de la Administración central, y que venía a financiarse con las regalías y los beneficios del petróleo y gas natural de la región. Entre aquellos especialistas figuraba el ingeniero agrónomo valenciano Juan José Martínez Barberá, entonces adscrito al Iryda, y luego destinado al Servicio Provincial de Agricultura, Ganadería y Montes de Teruel, perteneciente a la Diputación General de Aragón, y nombrado director provincial del Ministerio de Agricultura en dicha ciudad y también en Castellón.
Durante los años 1982 a 1987 la misión española en Bolivia aportó capital técnico a través del Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI), en materia de regadíos y desarrollo agrario, dedicándose principalmente a abrir caminos rurales, “que apenas hay” (nos diría el ingeniero valenciano), así como a la creación de regadíos. Objetivo principal suyo era poner en práctica proyectos que iban desde una pequeña zona de 200 hectáreas hasta una de 50.000. “Nuestro trabajo, cuando llegábamos a un pueblo, consistía –como medida inicial– en construir un azud en el río, derivando desde allí dos acequias principales en cada margen del valle.’’
Como publicamos en este mismo periódico al regreso a España de nuestro amigo Juanjo Martínez (y recogemos en nuestro libro Crónicas de medio siglo: 1952-2002 ), en el departamento de Santa Cruz, con una extensión superficial de 370.000 kilómetros cuadrados (o sea, las dos terceras partes de España), “se carece prácticamente de caminos rurales, por lo que existen inmensas zonas totalmente incomunicadas. En toda Bolivia hay poco más de 1.000 kilómetros de carretera asfaltada, lo que demuestra lo mucho que queda por hacer. Mi último trabajo se limitaba a la ejecución de planes de actuaciones especiales en comarcas deprimidas, con miras a desarrollar el sector agrario, introduciendo nuevos cultivos, como hortalizas y algunos frutales”.
Santa Cruz es la segunda ciudad de Bolivia en importancia, con un censo demográfico de 400.000 habitantes. En dicha capital estaba ubicada la sede de la misión española, y desde allí partían todos los días nuestros técnicos a realizar su función a lo largo de extensas zonas. Considerada Santa Cruz como la región del futuro, “la agricultura, hasta ahora abandonada y con un enorme atraso, vendrá a sustituir al sector tradicional de la minería, en el que destaca el Potosí”. Disfrutando de un clima tropical, con temperaturas entre 15 y 30 grados, lluvias torrenciales, tierras fértiles, etc., “Bolivia está recibiendo la ayuda de España, nuestros trabajos y experiencias, teniendo en cuenta que somos una primera potencia en el sector agrario. Fundamentalmente tratamos de aprovechar los recursos naturales del país andino con el fin de que vaya saliendo de la profunda crisis económica que padece, reduciendo las importaciones (hoy es casi todo lo que se importa), y procurando que con su propia tecnología poco a poco se vaya desarrollando”.
No cabe duda de que a partir de ahora, con la ayuda de las empresas extranjeras, ese desarrollo se potenciará aún más.





Opinión:

ECUADOR SE UNE AL CLUB DE 'CHICOS MALOS'

Argenpress de Argentina (www.argenpress.info)

Por: Roberto Bardini (BAMBU PRESS, desde México especial para ARGENPRESS.info)

El 13 de diciembre de 1998, en una operación presuntamente antiguerrillera, helicópteros del ejército colombiano bombardearon la aldea de Santo Domingo, cerca de la frontera con Venezuela, y mataron a 17 campesinos desarmados, entre los que había siete niños. El ataque fue dirigido por tres mercenarios estadounidenses -uno de ellos de origen cubano- desde un avión Sky Master Cessna 337.
Los filibusteros del aire eran los norteamericanos Charles Denny y Dan Mc Clintock y el cubano Bárbaro José Orta. Los tres habían sido contratados por Air Scan International, una compañía privada de vigilancia aérea radicada en Rockledge, en el estado de Florida. El avión en el que volaban estaba dotado con sofisticados equipos de inteligencia electrónica y durante la incursión contra la población civil se desplazaban a mayor altura que los helicópteros para coordinar las acciones.
Posteriormente se reveló que la aeronave Sky Master era propiedad de la Occidental Petroleum Company, conocida como OXY. Concluido el operativo, el aparato se ocultó en las instalaciones que la firma posee en Caño Limón, departamento de Arauca, al noroeste de Colombia.
Considerada como la más inhumana de las firmas petroleras estadounidenses, la OXY tiene un largo historial en Hispanoamérica de violencia contra poblaciones nativas, depredación de flora y fauna, y destrucción de milenarios sitios sagrados. Además, la empresa se caracteriza por evadir impuestos, no ajustarse a las tasas de producción autorizadas, no informar sobre nuevas perforaciones, no entregar sus estados financieros ni inventarios y no pagar derechos aduanales.
Este modus operandi de la OXY -típico del período de las “banana republics” en la mitad del siglo pasado- concluyó abruptamente en Ecuador, donde se había instalado en 1999. La compañía ganaba cuatro millones 800 mil dólares diarios (es decir, 123 millones al mes) y debía 360 millones de dólares de tributación fiscal. La caducidad de los contratos con la firma ya había sido solicitada, sin éxito, por la Procuraduría General del Estado en agosto de 2004 y noviembre de 2005 por flagrantes violaciones a la Ley de Hidrocarburos ecuatoriana.
La noticia cayó como un balde de agua helada en Washington, donde se anunció que Estados Unidos interrumpirá las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) pendiente con el país andino.
El presidente de la estatal Petroecuador, Fernándo González, replicó desde Quito que la OXY “defraudó la confianza que les dio el país para que administre un recurso que es de todos los ecuatorianos”. Y también mencionó una posible alianza energética con Argentina, Chile y México para atender la producción de los campos de la empresa estadounidense, estimada en 110 mil barriles diarios.
El ministro de Economía, Diego Borja, indicó a su vez que la decisión de Estados Unidos de no continuar la negociación del Tratado de Libre Comercio no quiere decir que el país este acabado. “Con TLC o sin TLC tenemos que seguir adelante', dijo.
Ni el titular de la compañía estatal ni el ministro lo mencionaron, pero seguramente en el Departamento de Estado tomaron nota de lo no dicho: ahí también están Bolivia y Venezuela -dos repúblicas de la hermandad andina en ascenso- que seguramente acudirán en apoyo de Ecuador. Ya lo dijo Evo Morales cuando el primero de mayo pasado renacionalizó los hidrocarburos de su país: “Lo que necesitamos son socios, no patrones”.
Tímidamente, Ecuador se suma al “eje del mal” La Paz-Caracas. Desde aquella agitada cumbre presidencial de Mar del Plata, en noviembre de 2005, se está configurando otro esquema geopolítico en la extensa región sur del continente, muy distinto al diseñado por Estados Unidos. Y el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), dirigida a control remoto desde Washington, parece reducirse cada vez más a un sueño imperial de una noche de verano.



Opinión:

MEDIDAS EN BOLIVIA Y ECUADOR MARCAN TENDENCIA NACIONALISTA EN LA REGIÓN

Gobierno boliviano abre posibilidad de revisar concesiones de tres aeropuertos. Anulación de contrato de Oxy en Ecuador añade preocupación.

El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)

Si durante la década de los noventa la tendencia en América Latina apuntaba hacia la privatización, la región andina experimenta actualmente una reacción en sentido contrario con medidas para afianzar el papel del Estado.
Esta tendencia ha llegado acompañada de tensiones entre los países, de modo que la armonía que hasta hace poco tiempo exhibían los países de América del Sur parece haberse vuelto añicos. Según los expertos consultados por Efe, en gran medida la tendencia está marcada por los actuales altos precios del petróleo.
El caso más sonado de nacionalización ha sido Bolivia, que posee la segunda mayor reserva de gas de América Latina tras Venezuela, y que el 1 de mayo nacionalizó el sector de los hidrocarburos. Esta medida de nacionalización boliviana, de paso afectó a las AFP Previsión --del BBVA-- y Futuro --de la Zurich Financial Services-- cuyas acciones que tienen en tres petroleras van a ser transferidas, a título gratuito --sin recibir indemnización alguna-- a la empresa estatal YPFB.
Por si fuera poco, el Gobierno Boliviano anunció la revisión de las concesiones de los tres principales aeropuertos --El Alto, Santa Cruz y Cochabamba-- que son administrados por la empresa española Abertis. Bolivia también ha propuesto una nueva política agraria que incluirá repartición de tierras.
El 1 de mayo, el presidente boliviano Evo Morales había anticipado: "Estamos empezando a nacionalizar los hidrocarburos, mañana será la minería, lo forestal y todos los recursos naturales".
OTROS CASOS
Los analistas internacionales consideran que la tendencia se hace visible en otros países. El lunes, el Gobierno Ecuatoriano canceló el contrato de explotación de crudo con la petrolera estadounidense Occidental (Oxy) por no haberle informado del traspaso del 40 por ciento de sus acciones a otra compañía en el 2000. Además, a principios de año aprobó una ley de hidrocarburos que eleva la contribución que las empresas energéticas tienen que aportar al Estado.
Por su parte, el gobierno de Hugo Chávez ha aumentado los impuestos a las empresas que operan en la Faja Petrolífera del Orinoco, y la legislatura, dominada por sus aliados, ha recomendado que el Estado asuma el control mayoritario de las operaciones extranjeras en esos yacimientos.
Mientras tanto en el Perú, Ollanta Humala, que disputa la presidencia con Alan García ha prometido renegociar los contratos con las transnacionales, comenzando con los que rigen la explotación de Camisea, el principal yacimiento de gas natural del país.
El ex gobernador de Venezuela ante la OPEP en 2003, Eli Habalian considera que lo ocurrido en Ecuador estaría confirmando una tendencia nacionalista en la región: "Hay una tendencia en América Latina de combatir los retrocesos de los años 80 y 90", comentó Habalian a AFP.
No obstante, acciones que restringen la iniciativa privada y perjudican a las multinacionales tienen su costo, según los expertos, que creen que asustarán al capital, no solo en el sector energético, sino también en otras áreas, pues los inversores tomarán buena nota.
"Los países que están ejerciendo presión para que salgan estas compañías tienen que tener mucho cuidado porque cuando les pidan que vuelvan, podrían no hacerlo o podrían volver solo a un alto precio. "Los políticos no tienen una perspectiva a muy largo plazo", señaló Sarah Emerson, directora gerente de la consultora Energy Security Analysis.
¿Y las inversiones peruanas en territorio boliviano?
El 9 marzo de 1994 se aprobó el Convenio entre Perú Bolivia sobre la promoción y protección recíproca de inversiones, que había sido suscrito en julio de 1993.
En dicho convenio existe un artículo --el quinto-- sobre expropiaciones. Dicho artículo señala que solo se podrá expropiar o nacionalizar "por causas de necesidad y utilidad públicas o de interés social declaradas conforme a las leyes de la parte contratante en donde se realice la medida y, en tal caso, deberán ser debidamente indemnizadas".
Asimismo indica que "la indemnización deberá corresponder al valor de la inversión expropiada o nacionalizada inmediatamente antes de hacerse pública la expropiación efectiva o inminente, la nacionalización o medida equivalente. La indemnización deberá abonarse sin demora y devengará intereses hasta la fecha de su pago efectivo".
El acuerdo también establece que "la legalidad de la expropiación, nacionalización o medida equivalente, el monto de la indemnización, así como cualquier otra cuestión relacionada deberán ser revisables en un procedimiento judicial ordinario de acuerdo con las leyes y reglamentación de la parte contratante donde se realizó la medida".
La frase
"Estamos empezando a nacionalizar los hidrocarburos, mañana será lo forestal y todos los recursos naturales". Evo Morales. Presidente boliviano.

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